Frases célebres
“El fútbol es una manta corta: si te tapas los pies te descubres la cabeza, y si te tapas la cabeza te descubres los pies”. La frase se le atribuye a Elba de Páula Lima, brasileño que dedicó su vida a la pelota primero como jugador y después como entrenador. La metáfora es deliciosa, de una lógica aplastante como todas las que acaban resistiendo el paso del tiempo e incrustándose en la memoria de la tribu futbolera. Jorge Valdano siempre tuvo un don en ese sentido, pionero en la intelectualización del fútbol, creador de frases célebres como quien producía churros. “Messi es Maradona todos los días”, soltó una vez sin esfuerzo. Servidor siempre sintió debilidad por George Best, un crápula memorable que nunca tuvo nada de intelectual pero cuyas sentencias suenan aún hoy políticamente incorrectas. De ahí seguramente su imbatible atracción. “En 1969 dejé las mujeres y la bebida. Fueron los peores 20 minutos de mi vida”, dijo un buen día el norirlandés.
Pero volvamos a la manta. Es probable que el batacazo que se pegó el Barça en la Supercopa contra el Real Madrid a principios del verano forzara a Valverde, con buen criterio, a construir su proyecto ocupándose más de proteger al equipo que de imprimirle riesgo, opción todavía más lógica después de la huida de Neymar y la lesión de su sustituto Dembélé.
El Barça ha ido avanzando esta temporada haciendo de la solidez y el espíritu colectivo sus señas de identidad. No es un equipo excesivamente alegre pero es fiable, por eso no es casualidad que sólo haya recibido tres goles en la Liga, o que anoche en Atenas no recibiera un solo rasguño.
El desafío del Barça de ahora en adelante es empezar a divertirse, sumar a esa incuestionable fortaleza un mayor atrevimiento. Lógicamente el retorno de Dembélé será fundamental para calibrar ese paso necesario, pero también debe serlo la recuperación de un Luis Suárez cada vez nervioso, irreconocible no se sabe muy bien si por aquellas molestias en la rodilla o porque no acaba de encontrar acomodo en el dibujo de Valverde. Le falta al Barça poder de intimidación arriba. Más regate y más remate que los de un Messi sobreexplotado. Por eso el secretario técnico porfió por traer a Coutinho hasta el último minuto. “Nos apetece mucho que vengan Coutinho y Dembélé”, dijo Robert a mitad de agosto. No fue una frase célebre pero no está mal recordarla.
“El fútbol es una manta corta: si te tapas los pies te descubres la cabeza, y si te tapas la cabeza...”