Desilusión y desengaño
El independentismo ha llegado a un punto al que, supongo, nunca hubiese querido llegar. Me imagino la enorme desilusión de quienes lo defienden, pues tras cinco años de lucha en su favor, se encuentran en el más profundo de los desengaños.
La independencia no sólo no se ha conseguido, sino que han tenido que anularla al medio minuto de proclamarla. El Parlament se ha saltado impunemente sus propias leyes. La presidenta lo ha sido sólo de una parte de los catalanes. Han visto como su cabezonería y la de sus dirigentes les ha llevado a tenerse que someter a la aplicación del 155. Las elecciones que podían haber convocado las ha convocado el Gobierno central. Están viendo cómo se desintegran las coaliciones, y no saben cómo afrontar el futuro electoral.
Han visto cómo sus representantes políticos han perdido toda su fuerza y representación. Han tenido que doblegarse a los deseos de la CUP, que lo único que pretende es cargarse todo el sistema político establecido. Y para colmo de males, el capitán de la nave y parte de su tripulación huyen a las primeras de cambio. J.L. MORILLO DE LA TORRE Suscriptor
Barcelona