El último pantano
El embalse de l’Albagés, que cierra el canal Segarra-Garrigues, encara la recta final de las obras
El seco paisaje de colinas del valle del río Set, con olivos centenarios y almendros, a su paso por el municipio garriguense de l’Albagés se ha visto alterado por la construcción de una presa monumental que frenará las aguas procedentes del canal Segarra-Garrigues y las embalsará en su punto final. El pantano de l’Albagés servirá como infraestructura reguladora en la cola del canal que nace 85 kilómetros arriba, en la presa de Rialb, y su función principal es una radical transformación de los cultivos de toda esta zona mediante el riego y beneficiando a unas 5.680 hectáreas.
El pantano podría empezar a llenarse para las primeras pruebas de carga y resistencia a mediados del año próximo y se convertirá en el último gran embalse de la cuenca del Segre y de Catalunya, con una capacidad de 80 hectómetros cúbicos, la misma que Oliana y algo más de un tercio del volumen de Rialb, que con 400 hectómetros es el mayor del mapa hidrológico catalán. El proyecto y las obras han corrido a cargo de la empresa pública Acuaes, vinculada a la Confederación Hidrográfica del Ebro, que ha in- vertido 54,5 millones de euros en su realización, adjudicada a la UTE Dragados SA y Benito Arnó, que sumará 2,8 millones más que corresponden a obras complementarias y adecuación de toda la zona.
Las obras, dirigidas por el ingeniero Josep Maria Serra, han consistido en la construcción de una gran presa de tierra compactada con un núcleo central de arcilla que la impermeabiliza. La presa tiene unos 85 metros de altura sobre el cauce y de 90 metros sobre los cimientos. La longitud de coronación llega a los 763 metros y su anchura es de 10 metros. Los trabajos incluyen tres desagües subterráneos. Uno de ellos conecta con la estación de bombeo que distribuirá el agua de riego a pequeños embalses laterales y los otros dos al río Set, que se beneficiará de un caudal ecológico de 30 litros por segundo.
Serra cree que la presa puede es- tar operativa en la primavera del 2019, coincidiendo con el inicio de la temporada de riego, pero advierte que lo más probable es que no llegue nunca a estar del todo llena. El volumen de agua por almacenar depende de las aportaciones del canal Segarra-Garrigues (que cuenta con una dotación de 100 hm3 anuales) y también del humilde río Set, que en su mejor año hidrológico puede tener un caudal de 1 hm3. “El pantano de l’Albagés ha previsto la posibilidad de una crecida que supere la cota y en ese caso el agua se desviará por un aliviadero lateral que la verterá aguas abajo del Set. Pero por el canal Segarra-Garrigues y por el pantano sólo circulará el agua estrictamente necesaria para el riego, ni una gota más ni una gota menos”.
El proyecto encara su recta final con obras complementarias como los accesos a fincas y caminos, sistemas de automatización y control por videovigilancia y actuaciones en materia ambiental. También se construirá un nuevo edificio cerca del aliviadero, un mirador para los vecinos y un conjunto de intervenciones de un plan de emergencia que implantará sirenas de aviso en caso de rotura de la presa en el mismo embalse y en puntos elevados de los municipios de l’Albagés, el Cogul y Aspa.
La presa podría estar operativa en la primavera del 2019, al inicio de la temporada de riego