Rehn culpa a Alemania de imponer ajustes duros
El excomisario admite que la crisis sorprendió a la UE
El excomisario europeo de Asuntos Financieros y Monetarios Olli Rehn responsabilizó ayer a los países más saneados de la eurozona, en velada alusión a Alemania, de no haber permitido un ajuste “más suave” para reequilibrar las cuentas de los países con dificultades durante la crisis. “La Comisión Europea prefería hacer un reequilibrio más suave, recomendando medidas macroeconómicas”, dijo durante su intervención ante la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas.
Rehn recordó que en la reunión de mayo del 2010 del Ecofin en la que se buscaba acordar un mecanismo de estabilidad financiera, la Comisión propuso “emplear todo el margen que se tuviera hasta alcanzar el techo del presupuesto comunitario” y establecer una base de responsabilidades solidarias por parte de los estados miembros. En concreto, su propuesta pasaba por garantizar a través de los presupuestos comunitarios hasta 60.000 millones de euros y, a partir de ahí, lo que fuera necesario correspondería a los propios estados.
“Esperábamos que estos préstamos comunes minimizarían los costes financieros, aliviarían las presiones sobre los bonos soberanos y calmarían a los mercados de deuda, sobre todo en los países más vulnerables, como España”, añadió Rehn, lamentando que esa postura contó con la oposición de “los países con mejor calidad crediticia”. Por aquel entonces, ha recordado, era necesaria la una- nimidad de todos los países. Finalmente, tras reuniones que se sucedieron durante varios días, se adoptó un acuerdo intermedio, por el que se creaba un mecanismo de estabilidad financiera, recogiendo “específicamente compromisos de Portugal y España a nuevas medidas fiscales y estructurales”. “A cambio de ello, se estableció el fondo de estabilización con un volumen total de 500.000 millones de euros”.
De este importe, 60.000 millones de euros correspondían a los presupuestos comunitarios y otros 440.000 millones eran facilidades y garantías según el modelo de reparto del Banco Central Europeo. Adicionalmente, el FMI aportó otros 250.000 millones.
El excomisario admitió que la crisis de deuda en la eurozona “pilló desprevenida a la Unión Europea porque todavía no tenía a su disposición herramientas de estabilización y tenía sobre sus hombros la crisis financiera mundial”. Olli Rehn señaló que la crisis de España tuvo su origen en “desajustes macroeconómicos” creados por el endeudamiento privado y público, “esencialmente por el boom y la crisis inmobiliaria”.
Las opciones que se barajaban “en los pasillos del Eurogrupo”, según Rehn, pasaban por una carencia de programa, otro macroeconómico completo y otro de reforma del sector financiero, que es por el que finalmente se optó. La cantidad de 100.000 millones puesta a disposición de España “estaba por encima de las necesidades” del país, pero era preciso garantizar la “credibilidad y estabilidad” de la eurozona.
El rescate bancario se estableció en los 100.000 millones de euros para garantizar la credibilidad