Detenido el vicepresidente de Cristina Fernández
La justicia argentina acusa de corrupción a Boudou
El cerco judicial se estrecha para la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015). Amado Boudou, quien fue vicepresidente de Argentina durante el segundo mandato de Fernández (20112015), fue ayer inesperadamente detenido por corrupción. El encarcelamiento se suma al del todopoderoso exministro de Planificación, Julio de Vido, en prisión desde la semana pasada.
A pesar de que el exvicepresidente kirchnerista está procesado en varias causas, su detención preventiva no figuraba en la agenda judicial inmediata. La decisión fue tomada por el juez Ariel Lijo, que lo investiga por enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, asociación ilícita y ocultamiento de bienes cuando era ministro de Economía (2009-2011) en el primer gobierno de Fernández. El juez detectó varias irregularidades en las declaraciones patrimoniales obligatorias realizadas mientras fue funcionario.
Lijo ya procesó en el 2014 a Boudou por otra causa, el caso Ciccone, nombre de una imprenta de papel moneda que siendo ministro de Economía fue comprada por su supuesto testaferro, Alejandro Vandenbroele, y a la que posteriormente la Casa de la Moneda encargó la fabricación de billetes. Luego la empresa quebró y fue adquirida por el Estado, aún bajo la presidencia de Fernández. De esta manera, Boudou se convirtió en el primer vicepresidente argentino procesado en ejercicio del cargo.
El juez también ordenó detener ayer a José María Núñez Carmona, amigo de Boudou y nexo con Vandenbroele, como integrante de la misma asociación ilícita; y citó a declarar a Agustina Kampfer, una popular presentadora de televisión que fue pareja de Boudou cuando ostentaba la segunda autoridad de Argentina.
En un país donde habitualmente se cuestiona la independencia de la justicia federal, el encarcelamiento de Boudou se produce dos semanas después de la arrasadora victoria de la coalición del presidente Mauricio Macri en las elecciones legislativas. Apenas unos días después de los comicios, De Vido, el ministro que controló todas las obras públicas y licitaciones de suministros durante los doce años de gobiernos kirchneristas (20032015), era desposeído de su inmunidad parlamentaria como diputado y enviado a la cárcel por corrupción.
La separación entre el poder judicial y el ejecutivo volvió a quedar en evidencia porque esta semana el Colegio de Abogados de Buenos Aires y dos oenegés judiciales cercanas a Macri denunciaron ante el órgano de control de los jueces que tanto Lijo como otro magistrado federal, Daniel Rafecas, mantenían paradas varias causas que afectan al kirchnerismo.
Desde el nuevo partido de Fernández, Unidad Ciudadana, no se considera una casualidad y ayer la formación emitió un comunicado titulado “Está en riesgo la democracia argentina”, que la exmandataria colgó en sus redes sociales. “Macri está utilizando al poder judicial para perseguir a los dirigentes opositores. Desde Unidad Ciudadana denunciamos la delicada situación que atraviesa la democracia argentina, donde se ha vulnerado (o se ha terminado) el Estado de derecho y la división de poderes”, reza el texto.
Las detenciones de Boudou y De Vido han puesto en guardia a Fernández, procesada también por varias causas de corrupción y que a partir del 10 de diciembre contará con inmunidad parlamentaria cuando asuma el escaño de senadora que obtuvo en las recientes legislativas.
El kirchnerismo denuncia que Macri usa “el poder judicial para perseguir a los dirigentes opositores”