El Gobierno renueva el cupo vasco para reconquistar al PNV
El Consejo de Ministros aprobó ayer el proyecto de ley del Cupo vasco para 2017-2021 y la modificación del concierto económico, que establece un cupo base de 1.300 millones de euros antes de minorar las políticas activas de empleo. Era lo previsto. En la rueda de prensa el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, dedicó más tiempo en ensalzar el acuerdo alcanzado con el PNV y las instituciones del País Vasco para la modificación del cupo, que a explicar en qué consiste. Montoro necesita el apoyo del PNV para aprobar las cuentas del 2018 pero por el camino se ha cruzado la cuestión catalana.
Si la actuación policial del 1-O y la aplicación del artículo 155 ya hacían difícil el acercamiento PNV-PP en el tema presupuestario, el encarcelamiento de los miembros del Govern enredan más la madeja. La deriva judicial en Catalunya escuece en Sabin Etxea, donde se ve complicada una salida ordenada al proceso que pueda justificar en Euskadi su apoyo a las Cuentas del PP. Ensanchamiento del autogobierno, contrapartidas y solidaridad con Catalunya se debaten en un cruce de intereses en el que ahora mismo los presupuestos son una quimera.
Los plazos del Gobierno –hasta el 31 de diciembre para presentarlos– permiten sin embargo malabarismo políticos como un guiño al PNV que contemplaría la normalización de la situación en Catalunya tras el 21-D, un clima más propicio para que los jeltzales se sentaran a negociar. Pero el conflicto va en sentido contrario.
“El Gobierno, antes de ponerse a hablar de presupuestos, tiene que solucionar de una manera adecuada el tema catalán”, admitía este jueves el presidente del partido vasco, Andoni Ortuzar. Estas declaraciones sugerían un leve deshielo que chocaba pocas horas después con las detenciones de los exconsellers.
La decisión de la Audiencia Nacional, descrita por el lehendakari Urkullu como “falta de inteligencia política”, ha sentado muy mal en el PNV, que volvió a reclamar diálogo pero “desde una frialdad y un distanciamiento claros” con los populares. Fuentes jeltzales destacan que “ahora mismo”
Los líderes vascos no van a acercarse a Rajoy mientras el volcán catalán siga en erupción
es un “disparate” que se sienten a negociar los Presupuestos. “Y menos aún mientras tipos como Casado nos amenacen a los demás con el 155 si no nos portamos bien”.
Desde la intervención de la autonomía, el PNV no sólo ha echado balones fuera sino que ha señalado a quienes deben ser los que den sustento a Rajoy a partir de ahora: PSOE y Ciudadanos. “Si el PSOE ha apoyado al PP en la decisión más grave que se ha adoptado en España desde el 23F, ¿cómo no van a ponerse de acuerdo en algo mucho menos trascendente?”, argumentan.
La firme estrategia política del PNV condensada en la vía vasca, consistente en aumentar el autogobierno en base a negociaciones, choca con el drama político catalán.