Barcelona suma los comercios genuinos a su atractivo turístico
Una nueva ruta de tres horas para grupos reducidos permite descubrir y visitar las tiendas más singulares de la ciudad
Barcelona atrae a millones de personas de todo el planeta año tras año. Son visitantes seducidos por su atractivo arquitectónico, cultural, deportivo, por su ambiente… El consorcio de promoción Turisme de Barcelona tiene la intención de que entre esos atractivos estén las tiendas singulares, que difícilmente se pueden encontrar en cualquier otra ciudad, y que tengan un papel destacado y para ello ha organizado una ruta turística que recorre estos establecimientos. Se trata de negocios únicos que forman parte de la personalidad y la identidad del tejido comercial de Barcelona.
El punto de partida es la plaza Sant Jaume, desde donde cada viernes se organiza este singular itinerario. “No se trata sólo de comprar, son visitas guiadas donde se da a conocer la historia de cada tienda y de sus productos”, afirma la directora del programa Barcelona Shopping City, Montse Arnau. Locales de artesanías, negocios centenarios, tiendas de museos, productos gourmet, moda sostenible, diseñadores locales… el perfil es variopinto. “Hemos buscado la exclusividad, tiendas que sólo se puedan encontrar en Barcelona y en ningún lugar más”. De momento, el itinerario, que atraviesa los barrios del Gòtic y Sant Pere, Santa Caterina y la Ribera, consta de una decena de paradas pero la intención, según Arnau, es que se puedan ampliar en un futuro no muy lejano.
Uno de los ejemplos de establecimientos que se pueden conocer a través de este paseo que dura tres horas es la joyería Hàbit, en la calle Lledó. Situada dentro de un palacio del siglo XIII, no es una joyería normal. “Nos alejamos de la comercialización habitual y trabajamos con las mismas técnicas que hace 500 años”, cuenta su responsable, Miquel Barberà. “Todas las creaciones son propias y únicas, no hago dos piezas iguales”, asegura el artesano. Él las diseña y las fabrica siempre con un componente artístico. Durante las visitas los asistentes pueden ver su taller, su especial forma de trabajar con las gemas y los metales en el crisol y su particular filosofía. “Mi joyería no es la única del mundo que trabaja así, hay pequeños colectivos en Estados Unidos y Alemania, pero somos muy pocos”, describe. “Estas rutas sirven para descubrir rincones perdidos, para dar a conocer la Barcelona oculta”, opina.
El perfil de público que suele apuntarse a estas visitas, que se realizan en grupos reducidos de 15 personas como máximo e incluyen degustaciones y obsequios, va más allá del turista internacional. “Hay personas de ciudades como Girona y Lleida que quieren venir a Barcelona para conocer este tipos de historias”, afirma Montse Arnau. “Incluso barceloneses”, agrega. “También hay turistas que no visitan Barcelona por primera vez y quieren huir de los tours convencionales”, sentencia.
Coshop es otro de los establecimientos que forman parte de Barcelona Genuine Shops. El negocio, que recibió el premio Comerç del Ayuntamiento en el 2016, se distingue por vender moda “100% made
in Barcelona”, según relata su directora, Nieves Torres. “No es un eslogan, toda la ropa y los complementos están diseñados y producidos aquí”, aclara. “De esta manera, apoyamos al emprendedor y creador local, consideramos que el impacto económico de las compras debe revertirse entre el entorno más próximo”, afirma. “Mucha gente nos compra simplemente porque sabe que aquí la ropa es diferente a la habitual, desconoce nuestros valores, tenemos público de todo tipo”, aclara la directora de Coshop.
Este es uno de los nuevos programas de Barcelona Shopping City, que, con el objetivo de potenciar la imagen de la ciudad como destino de compras, cuenta con 220 asociados. Este organismo realizó ayer su asamblea. Allí se palpó la preocupación del comercio ante la situación política que vive Catalunya y sus efectos en Barcelona”. Sólo hay dos caminos, ponerse a llorar o ponerse a caminar”, dijo el director de Turisme de Barcelona, Jordi William Carnes. En la asamblea también participó el concejal de Empresa y Turismo, Agustí Colom, que quiso dejar patente que el Ayuntamiento está “al lado” del tejido económico en estos complicados momentos. Pero más allá del contexto político, los empresarios reclamaron más implicación municipal en otros temas que les afectan y les preocupan como la polémica ordenanza de terrazas, la unión del tranvía por la Diagonal o el top manta.
En la asamblea de Turisme de Barcelona se palpó la preocupación por la situación política