Colau cifra en 38 los edificios adquiridos por fondos especulativos
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, denunció ayer hasta 38 casos de fincas enteras adquiridas por fondos de inversión especulativos. Según informó, a raíz de estas compras, los vecinos están sufriendo presiones para abandonar sus casas, debido o a la no renovación de contratos o a la incapacidad de pagar los precios del alquiler, incompatibles con el nivel adquisitivo de la población.
Se trata de la gentrificación, un fenómeno que se está dando en todas las ciudades del planeta y se está agravando por la dinámica del mercado privado y su progresiva desregulación: “Los contratos de alquiler se reducen a tres años y la subida de precios es arbitraria”, relató Colau.
En Barcelona, según el Ayuntamiento, la adquisición de pisos por parte de fondos de inversión especulativos no es generalizada en toda la urbe sino que se concentra sobre todo en los barrios del Raval y Poblenou. Los edificios comprados representan un 0,06% de las viviendas que hay en la ciudad.
Colau destacó la existencia de varios fondos de inversión que, “con sus malas prácticas, provocan la expulsión de vecinos”. Además, la alcaldesa defendió la urgente necesidad de “renovar el derecho a la vivienda” pidiendo un cambio en la regulación mundial contra la especulación, para evitar, por ejemplo, privilegios fiscales. En el transcurso de una reunión organizada por el Ayuntamiento, la red de ciudades CGLU y las Naciones Unidas se presentaron estrategias propias de la alcaldía para frenar la actuación de los fondos especulativos, como la inversión de 29 millones de euros en la compra de 287 pisos y la vinculación de ayudas a la rehabilitación al compromiso de propietarios de no subir el alquiler.
El Ayuntamiento se alía con las Naciones Unidad para definir estrategias contra la gentrificación