La nuera favorita de Trump
LA NUERA PRESIDENCIAL SE HA CONVERTIDO EN LA PRINCIPAL BAZA DE DONALD TRUMP, QUIEN, DESPUÉS DE QUE LE HAYA DADO UN NIETO, LA HA NOMBRADO PORTAVOZ DE SU CAMPAÑA DE REELECCIÓN CON LA MISIÓN DE FRENAR SU CAÍDA DE POPULARIDAD MIENTRAS SE ESTRECHA EL CERCO JUD
Casada con Eric Trump, tercer hijo del presidente, ha trabajado en televisión y domina las redes
Cada semana presenta ‘Real news’, donde glosa con desparpajo los logros de la acción presidencial
Con los Trump, la presidencia de los Estados Unidos no es que haya caído en el nepotismo, es que se ha convertido en una empresa familiar en la que hoy la estrella ascendente y niña de los ojos del presidente es su nuera, Lara Trump.
El presidente acaba de ponerla al frente de su campaña de reelección en momentos críticos que parecen comprometer su segundo mandato. Se estrecha cada vez más el cerco judicial y político que investiga los vínculos de su equipo con Rusia, mientras el presidente sufre, además, la erosión en las encuestas causada por sus últimas meteduras de pata.
Trump ha buscado una vez más en la cantera familiar el repunte de popularidad que necesita y ha vuelto a confiar en Lara Trump, de 34 años, casada con Eric, tercer hijo del presidente, a quien, además, acaba, de dar un nieto que ha sido celebrado en los programas más populares y presentado en las redes con un peinado que hace que su parecido con el abuelo paterno resulte inquietante.
Aprovechando su estado de gracia televisivo, Lara Trump, de soltera Lara Yunaska, ex entrenadora física con experiencia televisiva como productora del popular informativo televisivo Inside edition se ha apresurado a desmentir que el presidente hubiera telefoneado a la viuda de un militar muerto en combate para darle el pésame sin saberse siquiera el nombre del caído.
Para difundir el desmentido ha utilizado su propio canal de televisión de campaña para la reelección al que el equipo electoral ha bautizado como Real news update (actualización de las noticias reales): toda una proclamación de intenciones que replica la acusación que se hace al presidente de haberse aprovechado de fakes elaborados por agentes rusos y difundidos por las redes sociales en EE.UU. para ganar en la última campaña.
Lo sorprendente, dado el tono partidista y apologético de sus guiones, es que la “nuera presidencial”, como la apodan los americanos, haya conseguido millón y medio de visitas en unas horas.
Sólo hay que escuchar unos minutos el canal para concluir que el mensaje del canal presidencial es la presentadora y sus pantorrillas musculadas, porque apenas hay otro contenido.
Pero también hay que concederle que es un mensaje que cala en su simplicidad en los portales de mayor audiencia entre anuncios de viagra y fakes de la chica de Kentucky arrestada por vender sus fotos desnuda en la puerta de un colegio.
Es el mundo de Trump y Lara lo domina desde que Donald Trump le confió la dirección de su campaña presidencial en la crucial Carolina del Norte y ella le sirvió el estado en bandeja organizando un autobús de “mujeres por Trump” para revertir su caída en las encuestas entre las votantes después de que se difundiera una grabación en la que se le podía oír alardeando de su actitud de acosador.
El éxito televisivo y electoral de Lara y su actitud de publicista “en campaña permanente” ha convencido al presidente de que es la profesional que necesita para su complicada reelección, puesta ya en entredicho por la catarata de juicios que se avecina y que pueden ir poniendo al descubierto los lazos de Trump con Rusia y cómo Putin le ayudó a conseguir la presidencia.
Lara domina los guiños de imagen de los medios más populares y lo demostró yendo a aplaudir a su suegro en su última intervención en la ONU “tan sólo una semana después de dar a luz –como se apresuraron a destacar– a su nieto, Luke y luciendo una espléndida figura”.
Cada día, Lara aparece en pantalla y es viralizada en campaña. Esta semana, por ejemplo, todo el país pudo verla en las secciones de gente de los informativos con una versión calabaza Halloween de la gorra roja que identifica al presidente.
“Hay muchas fake news –repite cada semana al presentar Noticias
reales en campaña– así que alguien tiene que explicarles todo lo que el presidente ha hecho por los americanos estos días y ese alguien soy yo”. De momento, Lara no ha explicado qué pasó, replican los demócratas, con los 12 millones de dólares que recaudó en teoría contra el cáncer infantil y que acabaron financiando la campaña de su suegro.