La joven que planta cara al acoso callejero
ESTA CHICA HOLANDESA SUFRIÓ COMENTARIOS SEXISTAS EN BARCELONA Y DECIDIÓ CREAR UN PERFIL EN INSTAGRAM PARA DENUNCIAR ESTA PRÁCTICA
Durante un mes se dedicó a ‘cazar’ fotográficamente a los hombres que la acosaban por la calle
Catcalling es el término que se utiliza en inglés para describir la acción de piropear a una mujer por la calle con intenciones más allá de la adulación. Palabras groseras, normalmente con connotaciones sexuales, son las que caracterizan esta actividad ejecutada por hombres que, en muchas ocasiones, no se dan cuenta de lo molesto que puede resultar para quien las recibe. Noa Jansma, una joven estudiante holandesa, es la responsable de poner en marcha una iniciativa que tiene como objetivo denunciar estas situaciones y darles el nombre que merecen: acoso callejero.
Dearcatcallers es el nombre de la cuenta de Instagram que desde el pasado mes de agosto se ha dedicado a publicar imágenes de hombres que ponen en práctica el catcalling. La idea surgió cuando Jansma, de 20 años y residente en Amsterdam, viajó a España para pasar unos días de vacaciones. Su estancia en Barcelona se vio marcada por la cantidad de individuos que, sin conocerla, se dirigían a ella por la calle resaltando sus atributos físicos. No era un fenómeno exclusivo de nuestro país, pero Noa quedó impactada por la normalización de una actividad que resulta incómoda para cualquier mujer. Las calles de Ciutat Vella fueron testigo del nacimiento de un perfil de Instagram donde Noa publicaría selfies, a modo de denuncia, junto a aquellos hombres que se habían dirigido a ella con palabras ofensivas y de carácter sexual.
“Después de seguirme durante diez minutos seguidos: ‘Chica sexy, ¿a dónde vas? ¿Puedo venir contigo?”, escribía Noa en una foto que la sitúa en una de las calles colindantes a la Rambla. Hasta dieciséis instantáneas realizadas en Barcelona se pueden encontrar en el perfil Dearcatcallers, fotos en las que aparecen hombres de diversas edades, etnias y profesiones. Pero el periplo de Noa Jansma no se quedó en la capital catalana.
De regreso a Amsterdam, la joven continuó retratando la realidad del acoso callejero con selfies que, tal y como se puede apreciar, son tomados con total consentimiento de sus protagonistas. Ya fuese caminando, desde el coche, desde una moto e incluso desde la lejanía, los catcallers no cesaron de increpar a esta estudiante que se ha hecho viral después de ser entrevistada en una publicación de su país. “Nunca supe muy bien cómo responder a los llamados catcallers. Pero al no hacerles caso, sentía como todos esos hombres me podrían decir lo que quisieran sin consecuencias”, explicaba a un periodista de Het Parool.
Como ocurre en internet, en cuestión de días el nombre de Noa Jansma y la cuenta de Instagram que puso en marcha (y que ya tiene más de 350.000 seguidores), aparecieron en todo tipo de portales y diarios online. Esta joven se había convertido en una heroína al atreverse no solo a alzar su voz, sino a poner rostro a un tipo de acoso que muchos siguen sin considerarlo como tal. “Está claro que no veo como un cumplido que alguien me diga por la calle ‘Quiero follarte’”, relataba la muchacha.
La gestión del proyecto Dearcatcallers por parte de Noa llegó a su fin el pasado mes de septiembre con intención de que otras mujeres tomen el control y muestren sus propias vivencias desde cualquier parte del mundo. “Mi mes de publicaciones ha terminado pero eso no quiere decir que los catcallers sean algo del pasado”, escribió Jansma en el último de sus posts. “Gracias a todos por vuestros mensajes de apoyo. Ha quedado claro que el catcalling es aún un hecho frecuente con el que muchas de nosotras tenemos que lidiar”, concluye la joven holandesa que no ha dudado en dar la cara para que el acoso callejero deje de ser algo aceptado y consentido por la sociedad.