El actor del personaje más enigmático de ‘Juego de tronos’
WLASCHIHA, QUE ENCARNA AL ASTUTO CRIMINAL DE LA SERIE MÁS EXITOSA DE HBO, INAUGURÓ EN BARCELONA LA EXPOSICIÓN SOBRE LA SAGA
Nació en la antigua RDA hace 44 años, habla cinco idiomas y reconoce que no le atraía el cine fantástico
“En esta serie encuentro a Shakespeare en todas partes; todo ocurre en un nivel muy humano”
“Llegué esta tarde a Barcelona y al salir del hotel para venir aquí, tres chicos, nada más verme, gritaron ‘¡Valar morghulis!’. En fin, figúrate la escena. Así que subí a la habitación a ponerme gafas de sol. He decidido no quitármelas mientras camine por la calle”. Tom Wlaschiha (Dohna, Alemania, 1973) cuenta la anécdota divertido, sin asomo de soberbia. El actor solo pretende zambullirse tranquilo en la Barcelona que tanto le gusta y la que tantas veces ha visitado anteriormente. ¿Qué ha cambiado desde la última vez? Que su vida cambió al convertirse en Jaqen H’ghar, el maestro en el arte del asesinato y el disfraz de Arya Stark en Juego de tronos, la serie más vista de la historia.
Tom Wlaschiha, junto con Ian Beattie –el actor que encarna a Sir Meryn Trant– y altos directivos de HBO, canal artífice de éxitos como Los Soprano, The wire y Sexo en Nueva York–, fueron los encargados de inaugurar la primera exposición oficial de Juego de tronos, muestra que arranca su gira internacional en las Drassanes Reials de Barcelona, donde podrá verse hasta el 7 de enero. “Mi vida profesional ha cambiado mucho, naturalmente. Para cualquier actor es un lujo formar parte de una historia de tanto éxito. Tu cara y tu nombre, de repente, los conoce todo el mundo y eso hace más fácil que te tengan en cuenta para otros proyectos. Para mí ha sido un regalo ser parte de Juego de tronos. Desde entonces he tenido muchas ofertas de trabajo y estoy muy agradecido por ello”, explica el actor en conversación con La Vanguardia.
Wlaschiha nació en la desaparecida RDA y vivió la caída del Muro con 17 años. Aprendió ruso en el colegio –además de su lengua materna, habla también inglés, francés, italiano y, naturalmente, alto valyrio– y la llama de la interpretación comenzó a alumbrarlo por dentro hacia los 14 años. Entonces solo había un canal de televisión en su país y viajar a Hollywood era, sencillamente, una quimera. “Aún hoy, cuando cojo un avión y aterrizo en EE.UU. me sigue pareciendo un tanto irreal”, reconoce. Pero logró su sueño incluso antes de
Juego de tronos interviniendo en
Munich (de Steven Spielberg) y
Valkyria (Bryan Singer). “Eran dos papeles muy pequeños pero me sirvieron para aparecer en los títulos de crédito”, bromea. Wlaschiha ha rodado 30 películas y ha participado en 35 series –la práctica totalidad, producciones alemanas– y tras pasar por la serie estrella de HBO, la producción que acumula más premios Emmy en la historia de la TV, su teléfono no deja de sonar. Este año ha participado en cinco se- ries –el día antes de aterrizar en Barcelona finalizaba el rodaje de Das Boot, basada en el éxito de cine de los 80–, tiene pendientes tres estrenos para 2018 y en ninguna hace de asesino sin rostro: “No temo al encasillamiento porque creo que eso es algo que depende de uno mismo. Tú eres quien escoge qué harás después. Claro que me han llegado más ofertas de fantasía, pero desde siempre he procurado interpretar diferentes papeles. Es una de las razones por las que quise convertirme en actor, para ser muchas personas”.
Tom Wlaschiha sabía bastante menos del personaje que le ha dado fama mundial que los fans de Canción de hielo y fuego, la saga literaria de George R. R. Martin en que se basa la serie. De hecho, nos explica que nunca estuvo particularmente interesado en las historias de espada y brujería pero cuando el guión cayó en sus manos, supo de inmediato que se trataba de algo distinto. “Yo no era un fan del cine de fantasía pero es que en esta serie encuentro a Shakespeare en todas partes. Todo ocurre en un nivel muy humano, más allá de los elementos fantásticos: la ira, la envidia, la crueldad, la ambición, la traición… Esto me resulta muy interesante”. Y es esta lectura profunda lo que se pierden quienes evitan una producción de tantísima calidad sólo por ser mainstream. “Para mí, su éxito mundial radica en recrear un universo paralelo completo. No es solo una historia o varias sino un universo riquísimo en detalles; el autor incluso inventó distintas lenguas. También porque te permite especular continuamente sobre qué puede ocurrir. Todo es imprevisible”, afirma el actor. ¿Quién le habría gustado ser de no haber encarnado al personaje más enigmático de la saga? “Uno de mis favoritos es el malvado Ramsey Bolton. Es que siempre me han interesado más los tipos malos. Creo que fui la única persona en el mundo que se entristeció cuando murió el rey Joffrey”.