Desmarque de la CUP
Salvo sorpresa de última hora, los cupaires no participarán en una posible coalición de partidos independentistas.
Redacción y agencias
Ni tan siquiera la CUP se libra de los sutiles meandros de la política catalana. El consejo político de la organización se reunió ayer en Perpiñán para acordar que hasta el 12 de noviembre no decidirán si concurre a las elecciones del 21 de diciembre a solas o en coalición. O lo que es lo mismo: la CUP ha decidido que concurrirá a solas porque el plazo para presentar coaliciones electorales expira el próximo día 7, cinco días antes de que decidan si comparten su proyecto político con otras fuerzas independentistas.
Ahora bien, oficialmente la CUP todavía dejó espacio para una astucia legal que consistiría en presentar el nombre de una candidatura en coalición el día 7, supuestamente con ERC –ayer fueron invitados a hacerlo– y el PDECat –que lleva días insistiendo en una candidatura única de los independentistas– y luego, si no hay acuerdo, llevar a la Junta Electoral una lista en solitario, cuyo plazo de presentación termina más adelante, el día 17.
La CUP aseguraba que sus servicios jurídicos harán todo lo que esté en su mano para que pueda cumplirse el acuerdo de su asamblea del día 12, sea cual sea, aunque el plazo haya expirado, así que para los partidarios de la unidad electoral de todos los independentistas aún queda un hilo de esperanza. La portavoz del secretariado nacional de la formación, Núria Gibert, explicó que en la reunión de este sábado se dejaron abiertas todas las opciones.
La CUP quiere evitar a toda costa una nueva campaña de hostigamiento como la que sufrió antes del 27-S cuando los otros partidos y organizaciones independentistas les presionaron hasta la extenuación para que se integraran en las listas –recuérdese aquella feroz campaña del “pressingcup”–. El partido no quiere volver a pasar por ahí aunque esta vez cuentan con el hecho de que tampoco ERC apuesta nítidamente por la reedición de Junts pel Sí de modo que si
hay presiones será compartidas.
Gibert explicó que ante la apuesta de Carles Puigdemont por una lista unitaria, impulsada con un tuit desde Bélgica a través de redes sociales, y que ayer sumaba miles de firmas de apoyo, entienden “que el momento es crucial” y harán “los contactos necesarios, pero (la CUP) no va a entrar a responder a tuits”.
Todo ello a pesar de la desconfianza hacia el propio proceso electoral convocado por la Administración central merced a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
En este sentido, Gibert puso en duda las garantías de las elecciones del 21-D en un contexto que calificó de “excepcionalidad”, con una “invasión y ocupación del espacio público”, al que suma “la detención de cargos electos” y cierta “suciedad informativa”.
Según Gibert, en el consejo político dejó claro que “no nos interesan tanto los formatos como qué haremos” después del día 21 para desarrollar la república catalana que ellos dan por vigente a pesar de todo lo ocurrido en los últimos días.
En este sentido, la portavoz de la CUP defendió que lo que se decida deberá ponerse al servicio de “la construcción de una Cataluña independiente” previo paso por un ejercicio de autocrítica sobre el “relato demasiado mágico” que se creó después de las últimas elecciones catalanas.
Gibert terminó la rueda de prensa lanzado un saludo a los políticos catalanes encerrados.