La Vanguardia

MARATONIAN­O INCANSABLE

Martín Fiz se prepara para el reto de ganar los seis grandes maratones para mayores de 50 años.

- SERGIO HEREDIA Barcelona

Martín Fiz (54) dice que no importa. Que la carrera vale la pena.

No importa que la aventura, el maratón de Nueva York (hoy a las 15.30 h, hora española, en Eurosport 1), sea una experienci­a particular­mente dura.

Dice Fiz:

–Ni es el maratón más rápido, ni el más potente económicam­ente, ni el más antiguo. Pero sí es el más multicolor. Nadie se lo debería perder. Y eso que vives momentos muy malos...

Se refiere, por ejemplo, a los instantes previos a la salida. Bueno, no son instantes. Son horas:

–Antes del cañonazo de salida, porque no es un disparo, la espera se hace eterna. Para los impaciente­s, esa es una tortura. –¿Tanto dura?

–Nos levantamos a las cuatro y media de la madrugada. Los autocares hacia Verrazano salen a las cinco y cuarto. Vamos vestidos como mendigos: llevamos ropa vieja. La conservamo­s para no helarnos y la tiramos al empezar a correr. Hay decenas de letrinas. Algunos traen café. Hasta las diez, que es el momento del cañonazo, aquello es una locura. Te pasas cuatro horas encerrado en un campo del ejército. Suele hacer mucho frío y a menudo llueve. En el otoño, Nueva York es muy húmeda a esas horas. Te quedas con mal cuerpo. No sabes cómo vas a reaccionar. Eres feliz.

–¿La élite vive esa misma experienci­a? ¿Vale la pena?

–Cuando yo figuraba entre la élite, la experienci­a era otra. Estabas en una zona exclusiva, adaptada para calentar los músculos. La había corrido así cuatro veces (fue séptimo en una ocasión y noveno en otra; llegó a registrar 2h12m03s en aquel circuito). Pero la última vez que la disputé, en el 2015, ya iba con el resto de los mortales...

Entonces, Fiz tenía 52 años. Ganó en la categoría de mayores de 50. Registró 2h34m. Hoy no estará en la salida.

–¿Y le gustó toda aquella experienci­a?

–Por supuesto. Aunque apenas pude calentar. Llegas a Verrazano. Te mueves un poquito, haces algún estiramien­to y te metes en el corral. Allí solo te calienta el contacto con los otros. Todos estamos pegados. Y tienes que aguantar la posición que te has ganado con el madrugón. Como te vayas a orinar, la pierdes.

–¿Cómo soluciona eso?

–Llevas una botella para orinar in situ. Y otra botella de agua para ir hidratándo­te mientras esperas.

–Una experienci­a envidiable, vamos...

–A esas alturas, algunos ya están tan agobiados que empiezan a gastar energía. Arrancan agotados, y encima se han gastado buena parte de sus ahorros en el viajecito. Yo intento mantenerme tranquilo, pensando en lo que viene. Y luego, cuando todo comienza, entonces lo comprendes. –¿...?

–La ciudad es una leyenda. Te identifica­s con aquellos lugares que has visto tantas veces en las películas. Nunca te pasearías alegrement­e por el Bronx. Pero ese día, cuando pases por allí, no te ocurrirá nada. Está la Quinta Avenida, el Guggenheim. Y el barrio judío, donde nadie te anima: la carrera no va con ellos. ¿Sabe usted? De allí, de Nueva York, sale todo este boom del correr.

–Algo he oído.

–Hace 25 años, cuando estaba en Nueva York y salía a correr a las seis de la mañana para sacudirme el jet lag, me quedaba alucinado. Había montones de tipos corriendo o patinando por Central Park. Yo pensaba: ‘¿Llegará todo esto a España?’. Ahora nuestros parques están llenos de corredores.

–El recorrido es un regalo para los sentidos. Pero no para los resultados. Nunca se logran grandes marcas –le comento.

–En el kilómetro 25 cruzas el puente de Queensboro. Vienes de un descenso de un kilómetro, y entras en Manhattan. De repente las calles se llenan de gente. Sobre todo cuando entras en la Quinta Avenida y te vas hacia Central Park. Las últimas rampas son duras. Quien gana suele ser algún especialis­ta del cross. Gente potente muscularme­nte, acostumbra­da a las pendientes. Tipo Paul Tergat (ganó en el 2005).

Fiz admira a los iconos de la distancia. Su espíritu es ejemplar.

Él mismo fue un maratonian­o de referencia en los años noventa. En algunos momentos, el mejor del mundo. Ganó el Europeo del 94 y el Mundial del 95. Fue plata en el Mundial del 97. Fue cuarto en los Juegos del 96. Entre el 93 y el 2000 ganó ocho importante­s maratones. Nadie le tosía.

Ahora sigue enfrascado en ese mundo. Aunque a otra escala: ya es un veterano.

Dice que aún se entrena intensamen­te. Lo hace en Vitoria, donde vive, paraíso urbano, verde, para el corredor.

En Vitoria, o donde le pille. Estos días andaba por Oporto: hoy se corre allí el maratón.

–Pero en Oporto tampoco compito ¿eh?, que aún ando de resaca de Chicago –dice.

Hace apenas un mes marcaba 2h28m09s en el maratón de Chicago. Era la quinta parada de su reto por los seis majors.

Hace un par de años, Fiz se comprometí­a a ganar los seis grandes maratones en la categoría de mayores de 50. En ese tiempo se ha adjudicado Nueva York, Berlín, Tokio, Boston y Chicago, la última major.

–Me queda Londres. Se me escapó en primavera. Fui segundo. Volveré a intentarlo el 22 de abril del 2018.

Ha marcado la fecha en rojo. –¿Y cómo se entrena?

–He cambiado algunas cosas. Poco a poco voy retirando las series de calidad. Hasta ahora, podía correr ocho tiradas de un kilómetro por debajo de 3m10s. Pero eso me estaba castigando muscularme­nte. Piense que tengo más de 300.000 kilómetros en las piernas. Y los tendones se quejan. Ahora hago tres o cuatro series de 4.000 m a ritmo de maratón.

–Desvélenos esos tiempos. Háganos rabiar.

–Voy sobre 3m25s cada kilómetro. Así, me preparo para sostener un ritmo de 3m30s en el maratón. No se cansa. “Corriendo, todo el puto día... CORRIENDO”.

Eso dice su perfil de WhatsApp.

LA ESPERA “Amaneces a las seis de la mañana en un campo del ejército: allí debes esperar cuatro horas hasta la salida”

EL MITO “NY no es el maratón más rápido, ni el mejor pagado, ni el más antiguo; pero nadie se lo debería perder”

LOS SEIS ‘MAJORS’ Fiz ha ganado cinco de los seis grandes maratones como veterano: le falta Londres, el próximo abril

NO PESA LA EDAD Hace apenas un mes, Fiz marcaba 2h28m09s en el maratón de Chicago; lo hizo a sus 54 años

 ?? MARTÍN FIZ ?? Fiz cruzando la meta en Central Park, en el 2015, como primero entre los mayores de 50 años
MARTÍN FIZ Fiz cruzando la meta en Central Park, en el 2015, como primero entre los mayores de 50 años

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