Victoria o larga penitencia
El Madrid regresa al Bernabeu después de dos derrotas y el enfado de la afición
Después de sus exhibiciones de indolencia en Girona y de impotencia en Wembley, el Madrid regresa al Bernabeu en crisis y a la espera de una reacción magnánima de una afición que todavía no ha visto tres derrotas consecutivas del equipo de Zidane. El adversario tiene aspecto de bálsamo. El Las Palmas acumula seis derrotas consecutivas, figura en puestos de descenso, está plagado de bajas y su vestuario es una olla a presión. En el Madrid, cualquier cosa que no sea ganar frente a un rival que nunca se ha impuesto en el Bernabeu significaría poco menos que el apocalipsis, una larga penitencia teniendo en cuenta que el próximo fin de semana no hay competición y en el siguiente enfrenta el derbi madrileño con su primera visita al Metropolitano. Desde luego, la presión existe.
“No es un momento agradable, pero tampoco es una crisis y no hay que volverse loco”, contemporizó ayer Zidane. El técnico, que atribuyó la situación a una mala racha, pidió mayor compromiso a todos sus jugadores y medita dar un golpe de timón táctico y de alineación. Aunque Bale no estará recuperado de su lesión hasta el próximo partido, se anuncia un regreso al esquema 4-3-3 que esta temporada apenas ha sido utilizado. El entrenador francés busca una reacción para evitar una crisis de consecuencias imprevisibles. No se descarta, en este sentido, que Theo ocupe el lateral izquierdo en lugar de un Marcelo muy señalado por sus últimas actuaciones. Puede haber llegado la hora, también de Marco Asensio, un suplente habitual que acredita mayor clarividencia que muchos titulares. Incluso Casemiro, sobreexplotado, podría recibir hoy descanso para preservarle de una amonestación que le impediría jugar contra el Atlético.
Es encomiable el sosiego que exteriorizó ayer Zinédine Zidane después de dos derrotas en el banquillo blanco, una serie negativa que sólo tiene un precedente. “No creo que sea mi peor momento como entrenador. Soy fuerte y sé que cuando todo va bien es más fácil, pero nuestros jugadores han demostrado que cuando se pone difícil, dan la cara”.
Pako Ayestarán, por su parte, puede ilusionarse visionando el vídeo de la temporada pasada, cuando el Las Palmas ganaba 1-3 en el Bernabeu a falta de 5 minutos, aunque terminó encajando dos goles y el duelo terminó en empate. Pero entonces el conjunto canario, a las órdenes de Quique Setién, tenía un plan de juego y un estilo que ahora no encuentra. Tana y Aythami, dos de sus mejores efectivos, quedaron descartados ayer por molestias físicas. Se añaden a las bajas por lesión de Jonathan Viera, Halilovic y Tannane. Ayestarán no descartó alinear a cinco defensas y expresó confianza en que el Madrid carezca de su habitual porcentaje de afectividad en el Santiago Bernabeu.