Las urnas duermen en Sicilia
El escrutinio electoral en la mayor isla italiana empieza 10 horas después de concluir la votación
Las urnas tienen mucho sueño en Sicilia. Tras una jornada de trabajo, necesitan dormir diez horas para recuperarse. No es un chiste. Es lo que ocurrió ayer en la mayor isla italiana tras los comicios regionales. La ley electoral siciliana estipula que el escrutinio debe empezar a las 8 de la mañana del día siguiente; es decir, de hoy lunes. No hay otros ejemplos conocidos en Europa de una norma tan extraña para una democracia moderna y en la era de la inmediatez digital.
El presidente siciliano saliente, Rosario Crocetta, hizo mea culpa por no haber cambiado la absurda ley electoral, vigente desde el 2005, durante su mandato. Para corregir un poco su error, instó al ministro del Interior, Marco Minniti, a que envíe a los carabineros y a la policía para reforzar la seguridad en los colegios electorales, durante la noche, y evitar así cualquier tentación de pucherazo. El Movimiento 5 Estrellas (M5E) e Izquierda Italiana han alertado del peligro que se corre y se han sumado a la petición de una estricta vigilancia.
En Sicilia nadie se fía de dejar las urnas durmientes sin custodia durante diez horas. De hecho, hace diez años ya hubo un flagrante fraude, constatado por una sennar tencia judicial, en las elecciones municipales de Palermo. Minniti prometió colaborar en lo posible, pero recordó que, en la isla sureña, dotada de un estatuto especial de autonomía, “corresponde a la administración regional gestio- todas las fases del proceso electoral”.
El diario La Repubblica habló ayer de “urnas en el limbo” y exigió poner fin al anacronismo siciliano. Durante diez horas, no se contarán votos pero sí se conocerán los datos de algunos sondeos a pie de urna –de dudosa fiabilidad–, lo cual hará la situación aún más surrealista.
Estas elecciones sicilianas, en las que parten como favoritos, codo a codo, el centroderecha y el M5E, han vivido ya otras polémicas como la de los llamados “impresentables”. Se trata de candidatos en las listas de varios partidos a los que se atribuyen vínculos indirectos con la Cosa Nostra, la mafia regional.
En un editorial, el Giornale di
Sicilia, recordaba ayer algunos de los problemas endémicos de la isla, como el exceso de empleo público (auténticos trabajos subvencionados). Se calcula que el 40% de la fuerza laboral está relacionada con las administraciones públicas. Eso supone cuatro veces más que en el norte de Italia. Siempre causa escándalo recordar, por ejemplo, que los guardias forestales sicilianos son un impresionante ejército de 23.000 miembros, una cifra a todas luces exagerada pero que se ha tolerado en aras de la paz social.
El Giornale di Sicilia recordaba en su análisis que, hace cinco años, tras la victoria de Crocetta –cuyo mandato ha sido un fiasco–, el diario tituló que Sicilia había sufrido “un terremoto”. Esta vez, el periódico reconoció que, dada la corrupción, la ineficiencia administrativa y estancamiento económico, “para esta Sicilia no basta un terremoto sino una prolongada serie sísmica, política, ética y económica.