La juez Lamela envía a prisión al excomisario Villarejo y sus socios
Prisión incondicional. Esta es la medida cautelar que la juez Carmen Lamela impuso anoche al comisario jubilado José Manuel Villarejo, detenido el pasado viernes por los supuestos delitos de cohecho, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Junto a él han ido asimismo a la cárcel su socio, Rafael Redondo, y el también comisario, en este caso en activo, Carlos Salamanca, jefe de la unidad de redes contra la inmigración ilegal.
Los negocios y actividades parapoliciales de Villarejo, de 66 años, le habían convertido hace tiempo en presunto transgresor de diversos capítulos del Código Penal, pero ha caído como supuesto integrante de una organización dedicada a introducir en España de forma ilegal a personas procedenes de diversos países de África. Todo ello a cambio de importantes cantidades o bienes. La investigación, desarrollada por el departamento de asuntos internos de la Policía Nacional junto a la Fiscalía Anticorrupción, puso de relieve que las ganancias así obtenidas eran blanqueadas a través de un entramado empresarial controlado por Villarejo.
A resultas de esta investigación, conocida como operación Tándem, fueron detenidas otras cuatro personas, interrogadas también por la juez. Una de ellas es la esposa de Villarejo, la periodista Gemma Isabel Alcalá, para quien Lamela acordó como medida cautelar la retirada del pasaporte. Los otros tres –uno de ellos es hijo de Villarejo y el otro del citado Salamanca– quedaron en libertad sin medidas, pero a resultas de la causa. No en balde Villarejo ha estado durante años organizando lo que él mismo llamaba “empresas familiares” para la atención permanente a sus negocios en paralelo a su labor policial.
La operación Tándem dará con toda probabilidad mucho de sí, teniendo en cuenta que el enjambre de intereses de Villarejo le llevó entre otras cosas a elaborar informes contra rivales políticos o judiciales, en tiempos recientes en relación con Catalunya. Este capítulo no está ni mucho menos cerrado y el hecho es que entre los motivos para su detención se subrayó el de “la prestación de servicios especializados de inteligencia”.
La operación Tándem abarca desde inmigración ilegal hasta “servicios de inteligencia”