El espíritu libre de Oriol
Fallecido hace más de un año, colegas y amigos recuerdan hoy a Oriol Perucho en la sala Apolo con el concierto-homenaje ‘Escamot Voll-Inga’
En enero del pasado año fallecía en Barcelona a los 61 años y a consecuencia de un cáncer de pulmón, un músico desconocido para el aficionado de amplio espectro pero muy apreciado y valorado en los círculos de lo que en su momento se podía calificar de escena underground barcelonesa. Oriol Perucho, batería y artista atípico en muchos sentidos, era toda una referencia de ese underground de los años setenta, un tejido músicoartístico que se deslizaba por debajo incluso de la música layetana, sinónimo de lo más in en aquel entonces.
Su fallecimiento se produjo en un momento en que las propuestas musicales que él y de otros coetáneos comenzaban a vivir un momento de cierto repunte. Perucho, que tuvo especial relieve en la escena musical setentera como líder de su grupo de música improvisada Perucho’s, había reactivado ésta hacía cinco años y tenía otros proyectos en mente. Hijo de Joan Perucho, el músico fundó dicha banda en 1972 con sólo 18 años y bajo las coordenadas de la experimentación, es decir, entre el free jazz y la música progresiva. Y desde allí, una fascinante carrera-periplo (Tropopausa, Koniec, Moisés Moisés o, más recientemente, Les Anciens) caracterizado siempre por la libertad en todos sus aspectos.
Ahora, es decir, hoy lunes, un grupo de colegas y amigos, que se habían confabulado al poco de morir Oriol, por fin van a poder materializar un homenaje-tributo a su obra y persona. Dentro del ciclo Caprichos de Apolo, y con la colaboración del emblemático local de Nou de la Rambla, la sala grande acogerá a partir de las nueve de la noche a un amplio grupo de músicos y compañeros, que le rendirán un último tributo y contribuir a difundir su legado en forma de Escamot Voll-Inga, un concierto-homenaje que, como dicen los organizadores, “pretende ser un reflejo de las épocas que conformaron su trayectoria”. Además del concierto, la velada será la ocasión idónea para presentar Oriol Perucho, una caja editada por Altervideo que incluye sus tres discos en solitario en edición facsímil, junto al documental en DVD Oriol Perucho in memoriam, de Martí Sans, un cd de bonus tracks con rarezas y colaboraciones, y un extenso libreto con textos de músicos, amigos y periodistas.
Eduard Altaba, que fue compañero de filas de Perucho en el grupo Tropopausa, a finales de los 70, y ya en el nuevo siglo, en Les Anciens, es uno de los por así decirlo impulsores e ideólogos de la iniciativa. “Empezamos con la idea los tres que hablamos en su funeral, es decir, Martí Sans, el autor del vídeo homenaje que se incluye en la caja con sus discos y también del vídeo que se proyectará como fondo del escenario durante el concierto, Oriol Pons de Vall Ginger, que tocó con él al principio de todo en Perucho’s, y yo. Nuestra intención inicial era hacerlo relativamente pronto, en octubre del pasado año aprovechando el festival LEM, al que estaba muy ligado, pero se nos echó el tiempo encima y al final lo hacemos un año después de lo previsto. Lo que no ha variado es la idea inicial, es decir, basarnos musicalmente en los grupos en los que Oriol había tocado y contar con colegas con los que había colaborado”, explica Altaba.
Así, esta noche el escenario estará ocupado por una nutrida banda de músicos que colaboraron con el músico desaparecido, que interpretarán piezas de sus diferentes etapas y entre los que estarán además de Altaba y Pons de Vall, Saki Guillem, Pep Pascual, David Soler, Nèstor Munt, Quicu Samsó, Jordi Nico, Martí Soler, Enric Cervera, Ramon Solé, Rafael Zaragoza Zarita o Anna Subirana. Sobre este frondoso colchón instrumental irán apareciendo no menos ilustres invitados como Pascal Comelade, Pau Riba, Cabo San Roque, miembros de grupos como Moisés Moisés y Mil Pesetas, o Xavier Theros, que militó en su día en los gloriosos Accidents Polipoètics y que recitará la legendaria y muy oportuna pieza Van a por nosotros.
El espectáculo-concierto-tributo, que según Altaba no tiene porque extenderse más allá de la hora y media, servirá para recordar la obra de una persona que “fue un alma libre en todos los sentidos, y alegre, nada negativo. Su manera de tocar era muy particular pero en seguida sabías que era él, y musicalmente he conocido a personas tan cultas como él”.
Una macrobanda de antiguos colegas arropará a invitados como Comelade, Pau Riba o Cabo San Roque