Muestra retrospectiva de Esteban Vicente en la galería Marc Domènech
Figuras de Balkenhol en Senda y abstracciones de Bonillas en ProjecteSD
La galería Marc Domènech presenta una exposición retrospectiva de la obra de Esteban Vicente, el único artista español que formó parte del grupo inicial de la Escuela de Nueva York, junto con otros pintores expresionistas abstractos. Tras sus estancias en París, Madrid, Barcelona e Ibiza, el segoviano Vicente (1993-2001), que en 1935 se había casado con una estadounidense, tuvo el acierto y la fortuna de poder marchar de España cuando el fascismo dio el golpe militar contra la República en 1936. Desde 1940 su nacionalidad fue estadounidense, y no expuso en España hasta el año 1987.
Durante su etapa castellana había sintonizado especialmente con los mejores poetas de entonces (Juan Ramón Jiménez sobre todo, pero también Federico García Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas y Rafael Alberti), pues el ambiente artístico en Madrid era en general provinciano y premoderno.
En cambio, en Nueva York, a principios de los años cincuenta sus compañeros de tertulia semanal en The Club eran pintores como Willem de Kooning, Jackson Pollock, Franz Kline, Mark Rothko, Ad Reinhardt y Barnett Newman, músicos como John Cage y Edgar Varese, los mejores críticos de arte contemporáneo y hasta galeristas como Leo Castelli. Más tarde él influyó en pintores abstractos como Brice Marden.
La selección de Marc Domènech muestra muy claramente la abismal diferencia entre su obra europea de juventud –figurativa, en la línea de Francisco Bores, Hernando Viñes y la escuela de París- y la americana de madurez, obviamente mucho mejor esta última. Incluye ejemplos significativos de sus primeras pinturas abstractas de 1950, de sus collages cromáticos y dibujos dinámicos de los años sesenta y sobre todo de su última etapa, en los años noventa, caracterizada por un empleo estructural del color: como fondo o lugar previo atmosférico, como forma fragmentaria inscrita en él y como elemento de composición. Tal como sucedía en la obra de Cézanne, pero de un modo más cercano a Rothko y a otros contemporáneos de la escuela de Nueva York, es el color lo que define las
formas, la estructura, las relaciones y el posible significado del cuadro.
Sus obras tienen un carácter principalmente visual, contemplativo, pero no representan directamente formas visibles concretas. Pueden verse más bien como reminiscencias de un paisaje natural: horizonte, jardín, fronda. Pero –decía Esteban Vicente– “no registran lo que veo, sino lo que me hace sentir lo que veo”. Galería Marc Domènech. Pje. Mercader, 12. Hasta el 17 de noviembre.
Jacques Léonard. La muestra de fotografías que presenta Marc Domènech en su segundo espacio recupera del olvido un episodio muy poco conocido de una Segunda Guerra Mundial que también tuvo escenarios en el territorio español. Las fotos, tomadas a finales del año 1943 por Léonard, testimonian el paso por la España franquista de millares de refugiados, en su mayor parte franceses, que viajaban escapando de la invasión nazi para encontrar la libertad y luchar por ella, incorporándose al ejército aliado en el norte de África. Galería Marc Domènech. Pje. Mercader, 12. Hasta el 31 de noviembre.
Stephan Balkenhol. La Galería Senda expone New Sculptures, una selección de tallas en madera de este reconocido escultor alemán, muy influyente desde los años ochenta con sus estatuas policromadas. La mayor parte de ellas representan personajes burgueses, corrientes, triviales, con un mínimo punto de ambigüedad. Galería Senda. Trafalgar, 32. Hasta el 11 de noviembre.
Estrada. Buena selección de pinturas y relieves de este artista argentino, en su línea de siempre, constructiva, abstracta y geométrica. Importan principalmente las variaciones de tonos, colores y formas a partir de unos pocos elementos ortogonales. Su obra es como una música geométrica a la vez austera y sensorial. En sus piezas más recientes añade a las coordenadas horizontal y vertical unas líneas diagonales que configuran rombos completos o con sustracciones parciales. A/34. Aribau, 34. Hasta finales de noviembre.
Iñaki Bonillas. En distintos proyectos este artista mexicano ha fijado su atención en aspectos residuales y a veces azarosos de la imagen entendida como soporte formal y como memoria. A menudo son imágenes ajenas que reinterpreta personalmente. En esta ocasión desarrolla diversas variaciones fotográficas de carácter pobre, residual o minimalista a partir de una arquitectura icónica y muy fotogénica, como es la Casa Luis Barragán. ProjecteSD. Pje. Mercader, 8. Hasta el 16 de noviembre.
Irrealismo. Contrast expone una muestra de pintura figurativa bajo el título Irrealisme. La selección confronta la sugerente y libre obra de Juliane Hundertmark (Berlín), las ficciones excéntricas de Iñigo Navarro (Madrid) y la obra reciente del mallorquín Rafel Bestard. Contrast. Consell de Cent, 281. Hasta el 12 de noviembre.