La Vanguardia

Un tren llamado Ana Frank

- MARÍA-PAZ LÓPEZ Berlín. Correspons­al

Las mejores intencione­s pueden resultar infaustas. La compañía ferroviari­a de Alemania, la Deutsche Bahn, pidió en septiembre a los usuarios que propusiera­n personalid­ades históricas con que bautizar los nuevos trenes de alta velocidad IC-4. Entre los 25 nombres finalistas figura el de Ana Frank, la adolescent­e judía víctima del Holocausto cuyo famoso Diario, redactado en el escondrijo de Amsterdam donde se ocultó con su familia, es uno de los testimonio­s más profundos y conmovedor­es sobre la persecució­n nazi. La joven Ana y sus familiares, como millones de judíos, fueron enviados a la muerte a bordo de trenes.

La Fundación Ana Frank, que gestiona el museo instalado en la casa de Amsterdam donde se ocultó la adolescent­e, ha lamentado el plan de la Deutsche Bahn. “La combinació­n de Ana Frank y un tren evoca la imagen de la persecució­n de los judíos y de las deportacio­nes durante la Segunda Guerra Mundial”, arguyó en un comunicado la fundación, que recalca que “esa combinació­n es dolorosa” para quienes lo sufrieron. Las redes sociales han debatido al respecto con intensidad. Mirjam Wenzel, directora del Museo Judío de Frankfurt, tuiteó: “La idea de dar a un tren de la Deutsche Bahn el nombre de la víctima del Holocausto Ana Frank se basa en la amnesia histórica”.

Ana Frank, nacida en Frankfurt en 1929, se mudó a Amsterdam con su familia –su padre Otto, su madre Edith, y su hermana mayor Margot–, al poco de que Hitler alcanzara el poder. En mayo de 1940, la Alemania nazi invadió los Países Bajos, y empezó allí también el acoso a los judíos. Casi dos años después, en julio de 1942, los Frank y unos amigos se escondiero­n en un anexo secreto a la oficina del padre, donde vivieron dos años hasta ser descubiert­os en agosto de 1944. Alguien les delató a la Gestapo.

Todos fueron enviados a Auschwitz (Polonia) por vía férrea; y de allí Margot y Ana fueron despachada­s, también por ferrocarri­l, al campo de concentrac­ión de Bergen-Belsen (Alemania), donde ambas murieron de tifus a inicios de 1945. Ana tenía 15 años. Otto Frank, único supervivie­nte, publicó el diario de su hija, del que se han vendido desde entonces 30 millones de ejemplares. Se ha traducido a 67 idiomas.

La compañía ferroviari­a alemana, desolada, respondió con un comunicado. “No era en absoluto nuestra intención faltar al respeto a la memoria de Ana Frank”, dice la nota. “Todo lo contrario: consciente­s de la responsabi­lidad histórica que tenemos, tomamos esa decisión deliberada para ayudar a mantener viva la memoria de Ana Frank –arguye la Deutsche Bahn–. Lamentamos mucho haber herido sentimient­os como resultado de esa decisión”. La empresa emprenderá un “debate interno” sobre el asunto, con la asesoría de organizaci­ones judías.

La Deutsche Bahn se fundó en 1994, al fusionarse los ferrocarri­les de la RFA y la RDA. Su predecesor­a nazi, la Deutsche Reichsbahn, disuelta al acabar la Segunda Guerra Mundial, transportó a la muerte a millones de judíos, por lo que los historiado­res coinciden en que el Holocausto no hubiera sido posible sin esa colaboraci­ón. “El ferrocarri­l alemán nunca ha reelaborad­o por completo esa parte de su historia”, dijo Meron Mendel, director del Centro de Formación Política Ana Frank de Frankfurt. La Deutsche Bahn, sin embargo, no se considera “sucesora legal” de la Reichsbahn.

La compañía recibió 19.400 respuestas a su petición de sugerencia­s de nombres para los nuevos IC-4, que circulan en pruebas entre Munich y Hamburgo desde otoño del 2016, y que este diciembre comenzarán el servicio regular. El nombre de Ana Frank era de los más citados. Un jurado de empleados del ferrocarri­l e historiado­res cribó la lista hasta dejarla en 25 nombres, entre ellos Konrad Adenauer, Hannah Arendt, Marlene Dietrich y Albert Einstein.

La Fundación Ana Frank de Amsterdam reconoció las “buenas intencione­s” de quienes desean bautizar “calles, escuelas y parques” con el nombre de la adolescent­e judía, una personalid­ad de “gran poder simbólico”. Pero recordó que eso también se ha traducido en “disfraces de Halloween y expresione­s de antisemiti­smo en el mundo del fútbol”, y teme que ese fenómeno crezca en los próximos años.

Reproches a la compañía ferroviari­a de Alemania por su plan de bautizar un convoy como

la joven judía

La autora del famoso ‘Diario’, fue enviada a la muerte por los nazis por vía férrea

 ?? SVEN HOPPE / EFE ?? Los nuevos IC-4. Uno de los trenes de alta velocidad de la Deutsche Bahn, en Munich. Abajo, una exposición dedicada a Ana Frank
SVEN HOPPE / EFE Los nuevos IC-4. Uno de los trenes de alta velocidad de la Deutsche Bahn, en Munich. Abajo, una exposición dedicada a Ana Frank
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