La otra organización popular
Los Comitès de Defensa de la República se suman a las entidades soberanistas para la movilización en la calle
Fue una acción puntual coordinada en diferentes puntos de Catalunya organizada por los Comitès de Defensa de la República (CDR). Ayer varios puntos de la red viaria catalana sufrieron cortes ayer como consecuencia de la protesta de ciudadanos que pidieron la libertad de miembros del Govern destituido y de los presidentes de la ANC y Òmnium. La C-58 en Sabadell, la C-17 entre Canovelles y La Llagosta, la N-340 a la altura de Alcanar o la C-31 en Badalona fueron algunos de los puntos afectados. También en Barcelona, en las calles Aragón, Travessera de Dalt, Fabra i Puig, y Gran Via. La red de trenes de Rodalies tampoco se libró y se impidió la circulación entre Llinars del Vallès y Cardedeu.
“Ya hemos hecho suficientes caceroladas, ahora afectemos su economía”. El mensaje es delos Comitès de Defensa de la República, estructuras creadas a partir de la organización popular y la transversalidad. Sus miembros, gente del tejido asociativo, activistas, vecinos próximos sobre todo a la izquierda independentista, impulsados muchos de ellos por la CUP.
Inspirados en los Comités de Defensa de la Revolución cubanos, los CDR se constituyeron semanas antes de la celebración del 1-O como movimiento popular para garantizar que la ciudadanía pudiera acceder a las urnas. Entonces eran denominados Comitès de Defensa del Referèndum y organizaron la ocupación de los colegios electorales con notable éxito. Después apoyaron la huelga general del 3 de octubre contra la violencia policial y movilizaron a la gente en la plaza Sant Jaume el día 27 después de que el Parlament declarara la independencia. Y el jueves, cuando se conoció el encarcelamiento de Oriol Junqueras y de algunos de los consellers destituidos, pidieron ir más allá de lo que la ANC y Òmnium reclamaban. ¿El resultado? Una huelga general para mañana convocada por sindicatos minoritarios y que cuenta con el apoyo de los partidos y entidades independentistas.
Actualmente, los CDR mueven una importante masa social. Hasta el punto de que la ANC los ha reconocido como un activo para la causa independentista: ayer, la ANC se dirigió a sus asociados en un mensaje interno para pedirles que trabajen
Surgidos para asegurar el 1-O, ahora los CDR se articulan por todo el territorio para luchar “contra la represión”
juntos con estas comités de defensa, y para informarlos de que la dirección de la entidad y la coordinadora nacional de los CDR se mantienen en contacto.
El martes pasado anunciaron que ya eran 172 CDR. Ayer ya eran 219, si se toman por buenos los datos colgados por ellos mismos en el Google Maps. Se han articulado territorialmente –destacan por su tamaño los de Sabadell o el del barrio de Sant Andreu del Palomar de Barcelona– pero también a nivel nacional. Su idea es “defender la voluntad popular” y luchar “contra la represión y por la retirada de las fuerzas de ocupación”. Para hacerlo, las redes sociales son fundamentales.
Se organizan en asambleas. La última se celebró el sábado en Manlleu, donde elaboraron un comunicado en el que, aparte de anunciar que daban por cerrada la estructura organizativa y operativa, hicieron toda una declaración de intenciones: “A partir del miércoles damos un paso adelante, que la Unión Europea nos escuche; bloqueamos la economía, aunque el Estado español nos intente impedir el ejercicio de los nuestro derecho a huelga”.