Dauville, juego de escape
El amigo Oriol Comas i Coma es todo un personaje. Hace muchos años que le conozco y he llegado a la conclusión que merece ser un personaje de novela. Desde el 2011 comisaría para el ICUB el Dau Barcelona, un festival del juego dirigido a un público amplio, que incluye tanto a familias como a jugadores experimentados. La mayoría de las actividades se celebran en los múltiples espacios de la fábrica de creación Fabra i Coats, en Sant Andreu. El Dau congrega a la comunidad que ve el juego como un hecho cultural. Por eso, organiza premios a los mejores autores de juego, concedidos en esta edición en el SAT Teatre el sábado 25, y también invita a autores de prestigio. En esta edición, entre otros, al japonés Seiji Kanai, autor de juegos minimalistas, y a los gemelos Michael y Alan Perry, considerados los mejores escultores de miniaturas del mundo. Para contagiar las ganas de jugar el Gran Dau congrega una cuarentena de editoriales que ponen a disposición de los visitantes más de doscientos juegos de mesa distintos y algunos colectivos, como los de los crucigramistas, organizamos campeonatos: el Crucifàcils y el Crucifiqui’ls el domingo 26. Antes, el sábado 18, el club de simulación histórica Alpha Ares habrá montado algún lío para el denominado Dau Històric.
Pero esta sexta edición pasará a la historia por su inesperado olfato político. Porque resulta que la principal novedad del Dau Barcelona 2017 es una increíble room escape. La mayor de Europa, dicen. Hasta el día 12 os podéis inscribir en el “Dauville, joc d’escapada” que se celebrará el sábado 17 en el estadio Narcís Sala, el campo del Sant Andreu. La convención establece que Dauville fue una pequeña población minera cercana a Barcelona cuyos habitantes fueron deportados en 1956. Más de medio siglo más tarde, sus descendientes (los jugadores que se inscriban en grupos de 4 a 6) podrán visitar Dauville un máximo de 3 horas, durante las que deberán recuperar los objetos de padre y abuelos, y tal vez también descubrirán qué sucedió. Los juegos de escape (las room escapes) ya son una moda consolidada. Hay docenas de locales de dimensiones variables que ofrecen la experiencia de salir (en grupo) de cárceles, comisarías, oficinas, buques, mansiones, refugios, mazmorras, psiquiátricos, pirámides, búnkeres y todo tipo de espacios de confinamiento...con el uso de la lógica y una cierta guía exterior. El azar inherente al juego ha querido que la propuesta estrella del Dau Barcelona 2017, un juego de escape de dimensiones colosales (todo un estadio), coincida en el tiempo con una situación política extrema, con más de medio Govern legítimo de la Generalitat confinado en cárceles madrileñas y el quinteto presidencial en el exilio belga. Si Dauville es la metáfora del país, conviene recordar que, hasta la fecha, nadie nunca quedó atrapado en ninguna room escape. Tarde o temprano, todos logran escapar.
El azar inherente al juego ha querido que la propuesta estrella del Dau Barcelona 2017 sea un juego de escape