La ayuda, clave en la cumbre de Bonn
La ayuda de los países ricos a los países en desarrollo para financiar la energía limpia, una contribución indispensable para luchar contra el calentamiento, sigue siendo insuficiente. Así lo indica un estudio de Bloomberg New Energy Finance al abrirse al cumbre de Bonn sobre cambio climático. Si el año 2016, los países en desarrollo (China, África Subsahariana...) invirtieron más de 111.000 millones de dólares en energía limpia, solo 10.000 millones provinieron de los países más ricos. Esta cifra es inferior incluso a la de 2015, cuando los países desarrollados financiaron proyectos por valor de 13.500 millones. En la cumbre de Copenhague en 2009, los países ricos prometieron movilizar (dinero público y privado) 100.000 millones de dólares al año en ayudas a los países emergentes para el 2020, para adaptarse a los impactos del calentamiento global climático. “No hay nada que sugiera que la financiación de energía limpia haga una contribución suficiente” para alcanzar esa suma, dice el estudio. Esta situación es preocupante dado que las emisiones de gases invernadero aumentaron un 65% entre el 2002 y el 2012 en los países emergentes por su crecimiento económico. La rápida expansión de la energía eólica y solar es crucial para revertir esta situación. Los países más amenazados por el cambio climático esperan también que el llamado mecanismos financiero de “pérdidas y daños”, previsto en el Acuerdo de París del 2015, se convierta lo antes posible en un sistema de indemnización de los países más vulnerables a los desajustes climáticos.