El PSC cree que la ruptura con Colau refuerza su perfil moderado
Iceta y Sánchez ven a los comunes pactando con ERC y la CUP
En el cuartel general de los socialistas catalanes, donde ultiman los detalles de la campaña de Miquel Iceta para el 21-D, hacía días que barruntaban que los cuadros de Catalunya En Comú decidirían finiquitar su pacto en el Ayuntamiento de Barcelona. Sobre todo tras escuchar las duras palabras que les dirigió la alcaldesa, Ada Colau, el sábado en la presentación de la candidatura de Xavier Domènech, o de leer algunos tuits de Jaume Asens.
Motivos por los cuales el anuncio de la decisión de los comunes de romper tras la votación de una consulta interna con ellos el pacto de gobierno en Barcelona ni les cogió por sorpresa ni les preocupó en exceso.
Consideran que a cinco semanas de la contienda electoral, y más allá del espacio estrictamente municipal y el “error gravísimo y perjudicial que será para Barcelona”, les ayuda a presentarse como la única candidatura que represente el catalanismo moderado y de izquierdas. “Nos han hecho media campaña ya que dejan clara su voluntad de entendimiento con ERC y la CUP”, aseguraban ayer desde la calle Nicaragua, donde siempre hubo un sector que no vio con buenos ojos la alianza de Jaume Collboni con Colau.
Una de las primeras consecuencias que tendrá la ruptura en el Ayuntamiento de Barcelona es la de imposibilitar cualquier tipo de entendimiento entre los dos partidos después del 21-D, cerrando la posibilidad de un tripartito formado por ERC, PSC y los comunes. Fórmula con la que se había especulado. “A partir de hoy nosotros no podremos mirar igual a la gente de los comunes”, avisó el primer secretario del PSC, Miquel Iceta.
La mayoría de reacciones de dirigentes del PSOE tras conocerse la posición de los comunes fue también la de subrayar el “acercamiento” de Colau, que el sábado se sumó a la manifestación que pidió la liberación de los exconsellers, al independentismo.
“En Comú y Podem están preparando ya un posible pacto con ERC y la CUP”, apuntaron fuentes socialistas que, entre otros argumentos, recordaban la reunión que mantuvieron antes del 1-O en casa del productor televisivo Jaume Roures el líder republicano, Oriol Junqueras, y el de Podemos, Pablo Iglesias.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, censuró una decisión de Ada Colau que también fue criticada por los hasta hace pocos líderes parlamentarios de los comunes, Joan Coscubiela y Lluís Rabell. “Colau y En Comú han elegido hoy el camino de los independentistas, decisión que consideramos equivocada”, afirmó Sánchez. Mientras, el portavoz de la ejecutiva del PSOE, Óscar Puente, afirmó: “La emperatriz de la ambigüedad prefiere a Trias, el del trust, que al PSC. Y estos son los que nacieron para tender puentes y dialogar”. La vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, ahondó en esta línea: “Ada Colau y los comunes siguen su hoja de ruta independentista”.
En la presentación de su candidatura, que tiene al exconseller Ramon Espadaler como su novedad más llamativa, Iceta señaló que su prioridad es, en estos tiempos tan convulsos para Catalunya, “impulsar la unidad” y la construcción de espacios transversales y de consenso. El líder de los socialistas catalanes se dijo “harto” de que “Catalunya retroceda” e hizo un compromiso público para intentar cambiar esa dinámica: “Donde hay división, pondremos unidad. Donde hay sectarismo, pondremos hermandad. Donde hay improvisación, preparación”.
Hacía días que en la dirección del PSC se empezaba a dar por hecho el divorcio