Transfusión de sangre
Wonder Woman, Aquaman, Flash y Cyborg) con la de Los Vengadores.
Liga de la Justicia
Dirección: Zack Snyder
Intérpretes: Ben Affleck, Henry Cavill, Gal Gadot, Amy Adams
Producción: EE.UU., 2017. Duración: 120 minutos. Fantástica Desde que Christopher Nolan tomó cartas en el asunto, las diferencias entre las películas de superhéroes basadas en DC Comics y las basadas en Marvel serían las mismas de quien cata vinos con la solemnidad trascendente del sumiller (DC) y quien se los bebe en porrón y con gaseosa (Marvel). La reciente y muy apreciable
Wonder Woman vino a poner en cuarentena el aserto. Y ahora, Liga de la Justicia confirma que, en efecto, algo está cambiando en DC, pues estamos ante una película festiva y juguetona, sin zonas de claroscuro y con abundante humor. Aunque Nolan sigue en tareas de producción y Zack Snyder firma con este su cuarto largometraje de superhéroes DC, el
hecho de que el director tuviera que abandonar el rodaje a causa de una tragedia familia y fuera sustituido por Joss Whedon, cineasta de peso en la factoría de Stan Lee, que además es coautor el guión, hace pensar en una transfusión de sangre (parecida a la de Disney recibiendo líquido rojo del John Lasseter de Pixar) que viene a hermanar a la fauna de esta Liga (Batman, Superman,
El resultado es una película desigual en su carácter episódico. Luce como es debido como superespectáculo, pero sus escenas de acción van de lo excelente (el robo de la caja mágica en la isla de las Amazonas, un momento luminoso de gran cine) a lo agotador (el habitual clímax del enfrentamiento con el villano, largo y farragoso). Lo mejor está en las escenas de distensión y en las cómicas. Tiene su gracia ver a Bruce Wayne reclutando al equipo, como Yul Brynner en Los siete magníficos. En cuanto a humor, el personaje de Flash, joven atolondrado, se lleva la palma, pero lo hay también más sutil, como el cartel fijado en una pared que recoge la muerte de tres extraterrestres: Superman, David Bowie y Prince. El interés, en fin, sube y baja y se dispersa, pero el conjunto tiene fuerza, se disfruta razonablemente e incluso apetecen nuevas epopeyas de los miembros de Liga, juntos o por separado, que las habrá y en cantidad.