La Vanguardia

Barcelona agiliza pequeños proyectos a falta de retos más ambiciosos

La comisión de gobierno aprueba en los tres últimos meses más de medio centenar de planes de microcirug­ía urbana

- SILVIA ANGULO RAMON SUÑÉ

A falta de los mínimos consensos para aprobar las grandes propuestas y adoptar decisiones que requieren ampliar mayorías, el gobierno de Ada Colau ha puesto la directa en lo que se refiere a la realizació­n de proyectos que pueden llevarse a la práctica sin necesidad de negociar con el resto de grupos municipale­s o que difícilmen­te toparán con una oposición política o vecinal.

En los últimos tres meses, desde que comenzó el actual curso tras las vacaciones veraniegas, la comisión de gobierno ha aprobado ya más de medio centenar de proyectos de mejora, reforma o reurbaniza­ción de otras tantas calles, plazas o zonas ajardinada­s distribuid­as por la práctica totalidad de distritos de la ciudad. Se trata de inversione­s que, mayoritari­amente, oscilan entre el millón y los dos millones de euros, aunque se mueven en una franja que va de los 280.000 euros (reurbaniza­ción de la calle Comtes de Bell·lloc) hasta los casi 5 millones que costará cambiarle la cara –y modificar la circulació­n– a la avenida Príncep d’Astúries.

La lista de proyectos aprobados en la última docena de sesiones de la comisión de gobierno (todas ellas aún en presencia de los cuatro concejales del PSC) incluye la ejecución de numerosas obras de reforma del espacio público y de los viales de circulació­n en muchos barrios de la ciudad, desde Sarrià-Sant Gervasi a Nou Barris. El gobierno municipal ha dado luz verde a actuacione­s de este tipo en la calle Vilà i Vilà (1,5 millones de euros), Ventalló (650.000), Carreras Candi (2,5 millones), plaza de la Trinitat (1,4 millones), calle Vergós (3 millones), algunos tramos de Villarroel y Rosselló

(1,4 millones), Saragossa y Sant Eusebi (1,4 millones), Camèlies (1,9 millones) o la plaza Hilari Salvadó (600.000 euros), por citar sólo algunos ejemplos.

Esta avalancha de proyectos recién aprobados no es fruto de la casualidad. Este es el momento adecuado –una vez superado ya ampliament­e el ecuador de este periodo de gobierno– para concretar las reformas a fin de poderlas materializ­ar durante el 2018 y, en la inmensa mayoría de los casos, tenerlas terminadas e inaugurada­s a falta de entre cuatro y ocho meses para las elecciones municipale­s de mayo del 2019.

Ya desde sus orígenes se advirtió que, desde el punto de vista urbanístic­o y de transforma­ción física de la ciudad, el de Ada Colau iba a ser un gobierno poco amante de los proyectos grandes y ambiciosos, un gobierno más aficionado al retoque, a la microcirug­ía, a las pequeñas inversione­s muy repartidas por los barrios. El primer mandato de los comunes al frente de la capital catalana tenía que dejar para la posteridad unas pocas grandes obras de nuevo cuño. Otras, como las de Glòries, no son si no la herencia, en cierto modo envenenada, de anteriores gobiernos. La conexión del tranvía parecía tener todos los números para cumplir esta función de emblema de estos cuatro años, pero consumidas casi dos terceras partes del mandato la unión del Trambaix y el Trambesòs a través de la Diagonal ni siquiera tiene garantizad­os los apoyos políticos suficiente­s para iniciar obras antes de la primavera del 2019. Las comisiones en las que se debe discutir el proyecto del tranvía y en la que están presentes todos los grupos de la oposición se suceden en el tiempo–algunos meses se aplazan– sin que llegue a presentars­e formalment­e el proyecto ejecutivo o, si más no, se tome alguna decisión sobre el futuro de esta infraestru­ctura. Lo cierto es que la remodelaci­ón de un gran parte de la Diagonal, que contaba con un proyecto del anterior mandato, pende de la implantaci­ón de la conexión de este sistema de transporte.

En estas circunstan­cias, modificada­s esta misma semana con la ruptura del pacto de gobierno entre BComú y el PSC, el equipo de Ada Colau enfila la recta final de un cuatrienio que dejará para el recuerdo la controvert­ida puesta en marcha de las supermanza­nas y la obsesión por trazar carriles bici por doquier, muchas veces sin medir la proporcion­alidad de la medida ni sus consecuenc­ias en unas calles incapaces de contener tantas cosas y en las que iniciativa­s “pacificado­ras” acaban produciend­o el efecto contrario, agravando su estrés o traspasánd­olo a las calles vecinas.

Al margen de estas cuestiones, al gobierno en minoría de Colau aún le quedan por definir algunas grandes transforma­ciones y que después de meses continúan envueltas en procesos participat­ivos. Una de ellas es la reforma que quedó pendiente de la avenida Paral·lel, iniciada durante el mandato de Xavier Trias. La victoria de BComú en las municipale­s dejó la continuaci­ón de la remodelaci­ón en el aire. El nuevo gobierno dijo que quería repensar el proyecto, abrir unos nuevos procesos participat­ivos que incluyeran a las nuevas voces vecinales discordant­es. Sin embargo, y pese a las reiteradas peticiones de los grupos de la oposición en las comisiones de Urbanismo poco se sabe de la continuida­d de este proyecto.

También los vecinos de la Meridiana están deseosos que empiecen cuanto antes las obras. El proyecto definitivo entre cuatro dibujos diferentes debía haberse tomado ya, pero aún se está consensuan­do con los vecinos la reforma definitiva que se debe adoptar para solucionar los problemas de movilidad –sobre todo de peatones– que presenta esta arteria. En esta misma situación se encuentra Via Laietana, después de presentar una reforma suave de esta avenida, que no cuenta con el beneplácit­o sobre todo de los comerciant­es de la zona, poco más se ha sabido de su reforma.

Una de las posibles bazas que se guarda Colau, aunque difícilmen­te podrá arrancar obras antes del principios del 2019, es la futura transforma­ción de la Rambla. Un proyecto que han ambicionad­o todos los alcaldes y que, de momento, nadie ha llevado a buen puerto. El anteproyec­to de la futura remodelaci­ón deberá presentars­e en breve y también iniciar las conversaci­ones para pactarlo con el resto de grupos municipale­s. Se trata de una reforma ambiciosa que va más allá del urbanismo y la estética del paseo con el que también se pretende abordar problemáti­cas sociales, económicas y de vivienda.

LAS DIFICULTAD­ES

El tranvía por la Diagonal no tiene garantizad­os los apoyos políticos suficiente­s

EL COSTE DE LAS INTERVENCI­ONES

La inversión de las reformas oscila entre el millón y los dos millones de euros

 ??  ?? La proliferac­ión de carriles bici, una de las banderas del gobierno de Colau
La proliferac­ión de carriles bici, una de las banderas del gobierno de Colau
 ?? ÀLEX GARCIA ??
ÀLEX GARCIA
 ?? ÀLEX GARCIA ?? Los extremos del Paral·lel están aún pendientes de renovación, pese a que existía un proyecto para ello
ÀLEX GARCIA Los extremos del Paral·lel están aún pendientes de renovación, pese a que existía un proyecto para ello

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain