El crepúsculo del cazador
Cristiano y Griezmann prolongan su infertilidad en un derbi de pocas ocasiones
La oportunidad malograda por Ángel Correa en los primeros instantes fue premonitoria. Ninguno de los contendientes iba a disponer de una ocasión mejor para adjudicarse un derbi con más dureza en el territorio intrascendente que aproximaciones a las zonas de peligro. Otra noche aciaga para los cazadores. El atacante argentino recibió un pase de gol de Varane como culminación de una cadena de errores madridistas. Se vio ante Casilla en un encuentro íntimo, sin testigos, pero remató desviado. Correa tiene un corazón inmenso y, según demostró, unos pulmones interminables, aunque carece de la precisión letal de los especialistas como Cristiano Ronaldo o Griezmann. El portugués, que intenta el gol en cualquier circunstancia por inverosímil que pueda parecer, apenas sacó las telarañas a Oblak, con un lanzamiento de falta de libre directo en el 81 como legado principal. Griezmann, que fue pitado por su público al ralentizar un contragolpe en el segundo tiempo, fue despedido con una bronca colosal cuando Simeone ordenó su relevo en el 78. El veteranísimo Torres fue el sustituto, y el estadio lo recibió entre aclamaciones.
Luis Suárez se resarció en Butarque de un largo período de infertilidad. Cristiano sigue aletargado. Con 25 goles en el campeonato y un promedio de 0,86 por partido, la temporada pasada fue la más infecunda desde que defiende al Real Madrid. Y sin embargo resultó un curso superlativo en comparación con el actual. El portugués sigue anclado en el gol que le marcó al Getafe, con lo que acredita un promedio de 0,125 dianas por partido, circunstancia que evidentemente influye en la decepcionante trayectoria del conjunto blanco. Griezmann, por su parte, también apuntó un declive con sus 16 goles del pasado campeonato, la cifra más baja de los últimos cuatro años. Ahora únicamente acumula dos, y lleva siete partidos sin marcar en el conjunto de las competiciones.
En el Metropolitano fueron más frecuentes los chasquidos en las espinilleras y los gestos de dolor producto de los golpes que las exclamaciones de la grada que acompañan al riesgo de gol. Incluso hubo sangre cuando Ramos y Lucas disputaron una pelota apasionadamente. El madridista se lanzó para cabecear a gol, el Atlético intentó despejar con el pie pero impacto con la bota en el rostro del adversario. Perfectamente pudo haber señalado penalti Fernández Borbalán en esa acción, pero el árbitro optó por desentenderse de los acontecimientos de las áreas. El capitán madridista tuvo que retirarse en el descanso con una fractura en el tabique nasal.
Una imagen paradigmática de un derbi pasado tan pasado de tensión como escaso en juego.
Al carrer!? La expresión popularizada por Damià López (RAC1) cuando el Celta eliminó de la Copa al Madrid en la pasada campaña –y asumida posteriormente en las tertulias folklórico-deportivas de Madrid– vuelve a tener sentido. Ningún equipo en toda la historia ha conseguido remontar una diferencia de 10 puntos respecto al líder para proclamarse campeón del torneo con ligas de tres puntos por victoria. A lo sumo, el Barça de Van Gaal celebró la Liga en 1999 tras haber enjugado una distancia de 9 puntos con el líder.
Con su empate, Real y Atlético, tercero y cuarto, se sitúan a 10 puntos del Barcelona. Estadísticamente habrían quedado descartados de la lucha por el título después de sólo 12 jornadas, y el Valencia habría quedado como único aspirante junto al equipo de Ernesto Valverde. Aunque conviene no olvidar que el Barça de Gerardo Martino protagonizó un comienzo idéntico al actual y terminó perdiendo la Liga en la última jornada contra el Atlético en el Camp Nou. Una referencia tan amarga que su sabor persiste en el vestuario del Camp Nou.
Sin cazadores todo es más difícil. Ya lo dijo Mourinho cuando calificó como gato a Benzema.
EL DATO
El portugués acredita un promedio de 0,125 goles por partido, una cifra indigna
SÓLO PASIÓN
El derbi tuvo más dureza en el territorio intrascendente que ocasiones en zonas de peligro