Putin da por acabada la guerra en Siria.
Putin dice a El Asad que la guerra termina y hay que pasar al proceso político
El presidente de Rusia recibió a Bashar el Asad en Sochi y le dijo que la guerra termina y hay que encarar el proceso político. El líder sirio le agradeció su apoyo.
Una vez más queda claro que en la guerra de Siria el que maneja la batuta es Rusia. Desde hace poco más de dos años el presidente ruso, Vladímir Putin, ha intentado marcar los tiempos del conflicto con el apoyo militar a Damasco. Ahora llega el momento de marcar el ritmo del futuro proceso político, como explicó el jefe del Kremlin al presidente de Siria, Bashar el Asad, a quien recibió el lunes en Sochi. Le dijo que “la operación militar está terminando”
y le propuso empezar a preparar el proceso político, según informó ayer el Kremlin. Hoy Putin recibe a los líderes de Turquía e Irán, Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani, con quienes intentará bosquejar una hoja de ruta para el país árabe.
Igual que hizo en octubre del 2015, Bashar el Asad viajó en secreto a Rusia, el único lugar del extranjero al que ha ido durante el grave conflicto en su país. La visita marcó el comienzo de una semana de contactos en torno a la guerra civil de Siria. Nada más llegar a la ciudad
rusa del mar Negro, el rais dio un sentido abrazo al presidente de Rusia, Vladímir Putin, según muestran las imágenes distribuidas por el Kremlin. No es para menos, pues la intervención de Rusia lo ha mantenido en el poder y le ha dado la victoria en el conflicto.
El Asad destacó que “gracias al ejército ruso Siria está salvada como Estado”. Putin replicó que “se ha hecho mucho para estabilizar la situación en Siria. Espero que muy próximamente pongamos punto final a la lucha contra el terrorismo en Siria, aun comprendiendo que
pueden aparecer rescoldos”.
La guerra civil de Siria comenzó en marzo del 2011. En seis años y medio, se ha llevado unas 400.000 vidas y ha provocado millones de refugiados. Moscú decidió participar en el conflicto al lado del Gobierno de Damasco en el 2015. El 30 de septiembre de ese año desplegó su aviación en ese país de Oriente Medio para apoyar desde el aire las operaciones militares del ejército sirio y de las milicias iraníes y libanesas de Hizbulah que luchan a su lado. En ese momento, nadie daba ni una libra por el líder sirio y los países occidentales sostenían que era imprescindible que dejase el poder para iniciar un proceso político en el que participase la oposición a la que apoya la coalición internacional que lidera Estados Unidos.
El objetivo de las fuerzas rusas eran los grupos terroristas, es decir, el Estado Islámico y la rama siria de Al Qaeda, aunque los países occidentales han criticado desde entonces que los bombardeos rusos golpeasen también a la oposición.
Los cazas rusos marcaron la diferencia.
ABRAZO DE AGRADECIMIENTO El líder sirio señala que siguen siendo un Estado gracias a Moscú: “No lo olvidaremos”
SEIS AÑOS Y MEDIO DE GUERRA Desde marzo del 2011, el conflicto ha dejado 400.000 muertos y millones de refugiados
Las fuerzas de Damasco fueron ganando terreno y marcando hitos en la contienda, como la recuperación de la histórica Palmira, la conquista de Alepo, también Raqqa, la llamada capital del EI, y hace sólo tres días la ciudad de Abu Kamal, la última población importante en manos de los fanáticos.
Ejerciendo su papel de anfitrión, Putin presentó a El Asad el Estado Mayor del Ejército ruso, encabezado por el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú. “Los hombres que han tenido un papel clave para salvar Siria”, señaló Putin. “En nombre de todo el pueblo de Siria, les doy las gracias por lo que han hecho. No lo olvidaremos”, dijo El Asad a los generales. El encuentro tenía dos objetivos: hablar del desarrollo de la contienda y poner unas bases para
organizar un proceso político ahora que, como subrayó Putin, la guerra se está acabando.
“Ahora lo más importante es pasar a un proceso político”, dijo el jefe del Kremlin, quien “con satisfacción” señaló que El Asad está dispuesto a “trabajar con todo el que quiera paz y solución”. El Asad aseguró que su interés es “avanzar en el proceso político. No queremos mirar atrás”.
El encuentro se produjo dos días antes de que visiten Sochi los presidentes de Turquía y de Irán, Recep Tayyip Erdogan y Hasan Rohani, respectivamente. Ambos se reúnen hoy en la residencia solariega del líder ruso para buscar una solución a la situación de Siria.
Además del logrado en el campo de batalla, el otro éxito de Vladímir Putin en Siria es haber arrancado a Irán y Turquía un compromiso para trabajar juntos. El Gobierno turco es partidario de la oposición y antes de la implicación rusa en el conflicto defendía a rajatabla que El Asad dejase el poder. Los ayatolás de Teherán, por su parte, son los aliados naturales de Damasco en la región. Este acercamiento ha facilitado la creación de cuatro “zonas de reducción” del conflicto, donde, a pesar de esporádicos enfrentamientos, la violencia ha bajado.
Como si fuera un eco de las palabras de Putin, desde Teherán Rohani anunció la derrota del Estado Islámico. En un mensaje televisado en el canal Press TV, el presidente iraní aseguró que se ha vencido al EI en Siria. “Su destrucción en Siria es una buena noticia para los ciudadanos de Irán y para los otros países de la región. La principal contribución a esta victoria la hicieron los ejércitos de Siria e Irak, con el apoyo de países de la región, especialmente Irán”, dijo.
La derrota del EI permite que Moscú maniobre hacia una dirección política. “Las condiciones para las negociaciones aumentan”, confirmó el ministro de Exteriores ruso el pasado viernes. El encuentro de hoy ayudará a “relanzar las negociaciones entre el Gobierno sirio y una parte de la oposición”, explicó.
Todos estos encuentros son previos a una nueva ronda de las conversaciones de paz para Siria, el 28 de noviembre en Ginebra (Suiza), bajo la égida de las Naciones Unidas. Según dijo ayer Putin en Sochi, Moscú cuenta con la participación activa de la ONU en la etapa final del proceso de solución para Siria. Además, quiere contar con el acuerdo del mayor número posible de actores con intereses en la región.
Uno muy importante es EE.UU. Después del encuentro con El Asad, el Kremlin anunció que Putin iba a hablar por teléfono con el presidente estadounidense, Donald Trump. Según fuentes de la Casa Blanca, citadas por Bloomberg, la conversación tuvo lugar ayer por la tarde .
Aunque no le agrade El Asad, EE.UU. también persigue el fin del Estado Islámico. Brett McGurk, su representante en la coalición internacional contra el EI, señaló recientemente que en los últimos tres años los terroristas han perdido el 95 % del territorio que antes habían arrebatado a Siria e Irak, liberando de su yugo a más de 7,5 millones de personas, éxito que atribuyó a la coalición que lidera Washington. “Pronto se les acabarán los sitios donde esconderse: ni en Libia, ni en Filipinas ni en Afganistán”, remarcó en una reunión en Jordania el pasado 15 de noviembre.
También es importante para Moscú el papel de Arabia Saudí, que apoya a la oposición siria. Según la agencia Ría Nóvosti, Putin también habló ayer con el rey saudí, Salman. Hoy, mientras Putin recibe a Erdogan y Rohani, el Gobierno de Riad organiza un encuentro de los grupos de la oposición para formar una sola delegación para las conversaciones de paz en Ginebra.
EN SIRIA E IRAK “La victoria sobre los terroristas es una buena noticia para la región”, sostiene Rohani
LA HORA DE LA POLÍTICA Con el EI en las últimas se abre paso la negociación entre el Gobierno y la oposición