Al borde del abismo
El Atlético apura sus pocas opciones y Griezmann niega que quiera irse
Tras años firmando grandes resultados en la Champions League, el Atlético de Madrid está al borde de la eliminación en la liguilla, una circunstancia que sólo podría revertir con sendos triunfos en casa hoy ante el Roma y dentro de 15 días en Stamford Bridge ante el Chelsea, y esperando un pinchazo de los rivales.
El Atlético busca poco menos que un milagro para seguir en la Champions, la competición que le ha dado gloria y dinero en las últimas cuatro temporadas, donde llegó a dos finales, una semifinal y unos cuartos de final. En los cuatro casos fue el Real Madrid quien truncó su trayectoria. En esta ocasión sus males no le han venido de cruzarse con los blancos. Su derrota en casa frente al Chelsea y sus dos empates ante el Qarabag de Azerbaiyán le han dejado al borde de la eliminación.
Los colchoneros necesitan ganar esta noche al Roma en el Metropolitano y en quince días al Chelsea en Stamford Bridge. Pero tampoco eso les basta. También requieren que el equipo azerí descuente algún punto a italianos o ingleses, lo que se antoja poco probable. En tres ruedas de prensa consecutivas, la última tras el empate del derbi el sábado, el Cholo Simeone definió así su situación: “En la Champions estamos en las manos del destino”.
La situación es crítica a nivel deportivo, pero también tendrá su repercusión negativa en la tesorería del club. La temporada pasada, en la que alcanzó las semifinales, el Atlético ingresó por la Champions 69,7 millones de euros. Aunque esta campaña el club tenga que ir a jugar a la Europa Liga y la gane, los ingresos podrían ser de entre 20 y 30 millones, entre 40 y 50 millones por debajo.
A las preocupaciones por la situación general se añade ahora el caso Griezmann, la gran estrella del club. El francés fue despedido con una pitada por su afición cuando fue cambiado en el derbi. Los silbidos son la consecuencia de los devaneos de Griezmann con otros equipos, entre los que aparecen como los mejor colocados para ficharle en verano el Barcelona y el Manchester United.
El peso de Griezmann en el Atlético esta temporada ha caído en picado. El jugador lleva ocho partidos sin marcar y, lo que es más grave, el Cholo lo ha sustituido en cinco ocasiones, en cuatro de ellas, como el sábado, con el marcador empatado. En otras temporadas lo cambiaba sólo para darle minutos de descanso o para que se ganara la ovación de una grada entonces entregada.
Diego Simeone lo defiende en público. Preguntado el sábado por que le parecían los silbidos de la afición a su jugador, el argentino se mostró vehemente: “Yo cuento lo que siento y he vivido de chico. A mí me enseñaron que los que son de mi familia, hasta el día que están con mi familia, a muerte con ellos. Y no voy a cambiar y menos ahora, que ya tengo 50 años”.
Griezmann concedió el lunes una entrevista a Telefoot para desmentir que no esté comprometido con la causa: “No me arrepiento de haberme quedado. Fue mi elección. Estoy contento aun llevando ocho partidos sin marcar. No hablé de mi salida con el presidente. En enero vienen Vitolo y Costa, así que trataremos de mantener el equipo lo suficientemente alto. Que haya dicho que me gustaría jugar algún día con Mbappé o Neymar no quiere decir que me quiera ir. Igual me expresé mal”. El Metropolitano dirá hoy si le vale con dicha respuesta.
LAS EXCUSAS DE GRIEZMANN “Que haya dicho que me gustaría jugar con Neymar no quiere decir que me quiera ir; me expresé mal”