Multas de 100 euros a los coches contaminantes los días de veto

Hasta 249 ciudadanos desguazarán sus viejos vehículos a cambio de tres años de transporte público gratuito en el área metropolitana

La Guardia Urbana dispondrá de un control automático de matrículas en las rondas

Cada día 3 ciudadanos se muestran dispuestos a cambiar su coche por un abono transporte

Los conductores de los vehículos más humeantes se enfrentarán a multas de hasta cien euros aquellos días que la Generalitat declare como especialmente contaminados. Este tipo de episodios acostumbran a darse 3 o 4 veces al año. La disuasoria sanción, anunciada ayer por la teniente de alcalde de Ecología Janet Sanz, comenzará aplicarse dentro de muy poco, el 1 de diciembre. A partir de entonces, siempre que se recrudezca la contaminación, hasta 48 patrullas de la Guardia Urbana de Barcelona se apostarán principalmente en los accesos de las rondas a fin de identificar aquellos vehículos que no obtuvieron la etiqueta ambiental de la dirección general de Tráfico (DGT). Cualquier agente municipal podrá sancionar a los vetados comprobando su matrícula.

El Ayuntamiento prevé invertir un millón y medio de euros en un sistema de cámaras que automatice el control. El sistema estará listo antes del 2020, cuando se endurezcan las restricciones. La teniente de alcalde Sanz subrayó que Barcelona se convierte así en la primera ciudad de España en regular el tráfico mediante la aplicación de etiquetas medioambientales. Todos los coches podrán circular por las vías de circunvalación en las jornadas marcadas en negro por la Generalitat. Pero aquellos de gasolina anteriores al año 2000 y también los de diesel anteriores al 2006 no podrán hacerlo por la mayor parte de Barcelona, y tampoco por l’Hospitalet y Sant Adrià de Besòs, así como por las zonas de Cornellà y Esplugues comprendidas por las rondas. Furgonetas y camiones están exentos por ahora de estas disposiciones.

“No tenemos una ánimo recaudatorio –aseguró Sanz–. Hoy ir con un vehículo privado contaminante nos mata”. La verdad es que la creciente preocupación institucional ante la contaminación en el área metropolitana comienza a calar entre la ciudadanía. Al menos muchos conductores tratan ya de ahorrarse problemas.

Hasta 249 aceptaron ya desguazar sus vehículos a cambio de una T-Verde, de poder hacer uso de manera gratuita de la red de transporte público en el área metropolitana durante tres años. Este incentivo del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) apenas lleve un mes y medio en funcionamiento. En el acto de entrega de las primeras T-Verde, Antoni Poveda, el vicepresidente de Movilidad del AMB, destacó que este incentivo es mucho más importante de lo que parece, que estos 249 vehículos contaminan tanto como 5.000 recién salidos de fábrica. “Uno de los problemas más graves del área metropolitana de Bar- celona y en general de las metrópolis europeas es el aire que respiramos, que tiene incidencia directa en nuestra calidad de vida”. La mayor parte de los beneficiarios conducía coches de gasolina matriculados principalmente antes del año 2000.

A pesar de ello para muchos no fue fácil librarse de sus viejos cacharros. Si bien es cierto que no pocos de estos conductores ya eran más o menos conscientes de que le hacían un flaco favor a la salud pública cada vez que calentaban su tubo de escape, también es verdad que muchos de estos viejos coches aún circulaban como la seda. Al menos así lo aseguraron ayer algunos de sus antiguos propietarios. “Únicamente tenía que llevarlo al taller por temas de mantenimiento. Nunca se averió. Y además chupaba poquísimo”. “El mío también me salió muy bueno –terció otro de los beneficiarios de la iniciativa–, pero creo que el transporte público es el mejor modo, y también el más barato, sobre todo ahora, de moverse por Barcelona”. “En estos tiempos hay que pensar más allá de uno mismo, pensar de otro modo en el futuro”. “Además, cambiar un coche viejo por un abono transporte sale a cuenta”.

Precisamente ayer la Generalitat activó un aviso de carácter preventivo por contaminación atmosférica en 224 municipios catalanes, la mayor parte de ellos situados en la conurbación barcelonesa, la Plana de Vic y la zona de Ponent. De todas formas el protocolo anticontaminación únicamente recoge recomendaciones para este tipo de episodios. De este modo la Generalitat pide a los ciudadanos que estos días prioricen el uso del transporte público frente al vehículo privado, notifica a las actividades industriales y de generación eléctrica que activen los protocolos de trabajo previstos en estos casos y recomienda los municipios que detengan o reduzcan las actividades con materiales polvorientos.