El mal año de Carey
La acusan de acoso, se reduce el estómago y la deja su mánager
La diva del pop Mariah Carey lleva un año malo. Pero malo, malo. Un annus horribilis, como diría la monarca británica. Las últimas noticias al respecto es que ha tenido que recurrir a la cirugía de reducción de estómago para atajar una alarmante subida de peso, que la ha dejado su mánager de muchos años, que ha suspendido varios de sus próximos conciertos por problemas con su voz tras una gripe y ¡que se ha convertido en la primer artista célebre denunciada por abusos por un hombre en la actual oleada de acusaciones por acoso sexual en el mundillo del show business!
Carey ha luchado con sus aumentos de peso desde hace muchos años. A veces con dietas draconianas –como cuando perdió los kilos que ganó en el embarazo de sus gemelos a base de salmón y alcaparras–, y otras muchas veces abusando del Photoshop. Este verano algunas de sus actuaciones en Las Vegas evidenciaron que el asunto comenzaba a ser preocupante; apenas bailaba y hasta le costaba moverse por el escenario, del que llegaba a desaparecer más de 15 minutos en varias ocasiones, y no sólo para cambiarse de ropa sino al parecer también para recobrar el aliento y descansar. La solución ha sido una reducción de estómago a la que se sometió a mediados de octubre, según varios medios americanos.
En cuanto a la demanda contra ella por acoso, el denunciante es Michael Agnello, su guardaespaldas en el 2015 y el 2016, que afirma que ella le hacía “insinuaciones sexuales” con frecuencia y que en una ocasión “me pidió que entrara en su dormitorio para llevarle unos equipajes y sólo tenía puesto un salto de cama transparente y abierto”. A pesar de la insistencia de ella para que se quedase, el hombre asegura haber “logrado salir” de la habitación antes de cualquier contacto físico.
Recientemente también la mánager de la cantante durante largos años, Stella Bulochnikov, rompió con ella. Según algunas fuentes, su pareja intermitente de los últimos meses, el miembro de su cuerpo de baile Bryan Tanaka, aspiraba a hacer ese papel, pero finalmente parece que Carey podría confiar su carrera a Roc Nation, la empresa de manágement –y discográfica– del rapero Jay Z, el marido de Beyoncé.
El muy mal año de Mariah Carey comenzó en realidad hace un año y un mes, cuando la dejó el millonario australiano James Packer, que en enero del 2016 le pidió matrimonio con un anillo de diamantes de diez millones de euros. Según algunas teorías, Carey estaba haciendo una –otra– dieta para tener una buena silueta para su tercera boda, para poder vestir el Valentino de 250.000 dólares que ya había comprado para la ocasión, y fue la frustración de la ruptura la que la llevó a todo lo contrario, a un desarreglo alimenticio que la hizo ganar bastantes kilos de más en pocos meses.
En diciembre comenzó su reality Mariah’s World en la cadena E!, una de las razones de que la dejara el discreto Packer, que no quería ver expuesta su vida privada, y que no ayudó en nada “a su integridad ni a su credibilidad”, como dijo su primer marido, el productor Tommy Mottola. Ni siquiera tuvo éxito: se inició con 2,2 millones de espectadores, bajo a 800.000 en el segundo capítulo y terminó con apenas 500.000. El 31 de diciembre llegó su más bochornosa actuación, la de Fin de Año en Times Square, cuando no supo contrarrestar un fallo técnico y abandonó precipitadamente el escenario para no volver.
La cantante no publica un álbum desde el 2014, cuando lanzó Me. I Am Mariah…, que tuvo unas muy discretas ventas. En febrero sí lanzó un nuevo sencillo, I Don’t, junto al rapero YG, pero sólo alcanzó el número 89 de la lista de éxitos norteamericana Billboard Hot 100, en la que ella tiene el récord de temas que llegaron al número 1 (18) para un artista solo, únicamente por detrás del récord absoluto de los Beatles (20).
Los ramalazos de megadiva de Carey se han incrementado también en los últimos tiempos, costándole cada vez más escarnio en las redes sociales, como cuando atendió las preguntas de una televisión sobre el tremendo tiroteo mortal del día anterior en Las Vegas recostada –como de costumbre– en un sofá, con un árbol de Navidad detrás y con declaraciones poco acertadas.
Es la primera artista célebre denunciada por abusos por un hombre, su exguardaespaldas Michael Agnello