La Vanguardia

Un genio de trece años

RUBÉN DARÍO ÁVALOS FLORES (2004-2017) Escritor

- ADOLFO S. RUIZ

El Rubén Darío nicaragüen­se escribía sonetos a los ocho años y a los trece publicaba sus poemas en los periódicos. El Ruben Darío paraguayo, afincado en Sevilla, empezó a leer con dos años y tras haber paseado su mirada y esculpido su inteligenc­ia con las páginas de los hermanos Grimm, Perrault, Platón, Cervantes, García Márquez, Vargas Llosa, Borges, Machado, Roa Bastos y otros muchos, tenía ya publicados cinco libros a sus trece años. El domingo falleció debido a la enfermedad rara que padecía y contra la que había luchado durante toda su corta vida.

Nunca se podrá saber si Rubén Darío Ávalos Flores, nacido en Paraguay en el 2004, podría haber llegado a la altura de su homónimo nicaragüen­se, o a la de otros grandes escritores que fueron niños prodigio, como Borges o Rimbaud. Pero su mera existencia ha sido como un milagro para todos aquellos que frecuentab­an el área de oncología infantil del hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde era muy conocido. Para ellos, y para todos, el pequeño Rubén Darío dejó escritos Encuentros con Rubén (2015), Sensación de pureza (2015), Las cartas y otros cuentos impredecib­les (2016), La medicina maestra (2016) y La diadema, publicado este año.

En todas sus obras aparecen clínicas y hospitales porque desde los dos años Rubén Darío Ávalos pasó en ellos más tiempo que en ningún otro sitio. Desde su nacimiento padecía unos síntomas extraordin­arios. Apenas podía dormir, sufría de fiebres muy altas, no se podía casi mover. Su madre, Liliana Flores, movió cielo y tierra para que los médicos le dijeran qué le pasaba a su hijo. Lo intentó en Paraguay y después en Argentina y, de paso, se arruinó en el intento.

Cuando su hijo tenía cinco años se puso en contacto por casualidad con un médico del Virgen del Rocío quien, por teléfono, empezó a sospechar acerca de cuál era la dolencia del niño, que estaba acabando con su vida y con la de su madre. Liliana se subió con su hijo, entonces muy débil, a un avión y aterrizó en Sevilla.

A los pocos días, sabía la verdad que tanto estaba buscando. Su hijo padecía histiocito­sis de células de Langerhans. El propio Rubén Darío lo describía como “un problema con el sistema inmunitari­o que en lugar de protegerme contra infeccione­s, bacterias y virus literalmen­te ataca a mi organismo”.

La enfermedad le producía múltiples tumores por todo el cuerpo y la tardanza en realizar el diagnóstic­o hizo que se volviera crónica. El pequeño escritor tenía afectados los huesos y algunos órganos, y hubiera necesitado quimiotera­pia durante toda su vida. Rubén Darío no podía moverse o correr como otros niños, pero sí pudo volar gracias a su amor por los libros. “Cuando más fiebre o dolor tengo, más leo o escribo. La mayoría de mis cuentos los escribí con muchísima fiebre. La literatura y la escritura han sido como una medicina maestra para mí, una medicina muy potente”, señalaba hace dos años en una entrevista.

“Debido a los altos costes de mi tratamient­o, escribo historias y cuentos mayormente basados en mis sueños y mis ideas; los comerciali­zo para así ayudar a mi mamá”, señalaba Rubén Darío en su blog. Porque su madre, profesora y experta en márketing, estaba incapacita­da para trabajar dado que no podía separarse de él ni un minuto.

Sus cuentos son un viaje por diversas temáticas como el misterio, la aventura o el realismo mágico con unos personajes infantiles que luchan contra el acoso, aman a los animales o protegen a los niños diferentes. Él se considerab­a un “escritor un poco caótico porque la inspiració­n me puede venir en cualquier momento, cuando menos me lo espero y escribo con lo que tenga a mano en ese momento”.

Rubén Darío, que da nombre a la biblioteca de su colegio, fue homenajead­o en ferias del libro, participó en escuelas de escritores noveles y colaboró con Isabel Gemio en un espacio de comentario­s literarios de Onda Cero. Además de sus obras, dejó un consejo para quienes sueñan con convertirs­e en escritores: “Si se quiere, se puede”.

El pequeño Rubén Darío escribió cinco libros, la lectura y la escritura eran para él una “medicina”

 ?? RUBENAVALO­S.COM ??
RUBENAVALO­S.COM

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain