Un Pla inédito y disperso
Destino publica parte del material pensado para su obra completa
Josep Pla como sismógrafo de la realidad catalana. Así definen estos textos quienes llevan años estudiándolos. Tras La vida lenta, Destino nos ofrece el resultado de un proyecto a tres bandas, entre la Fundació Josep Pla de Palafrugell, la cátedra Josep Pla de la Universitat de Girona y la editorial Destino. Desde 1996 la fundación viene revisando miles de cuartillas manuscritas del escritor (“con su letra infernal, diabólica”) depositadas allí por Vergés, su editor.
“Pla era un magma de escritor”, apunta Xavier Pla, de la cátedra Josep Pla. Un hombre que desde los 15 años hasta los 83 no dejó de escribir ni un solo día de su vida y cuya ideología ha suscitado no pocas polémicas. “Como liberal conservador Pla gana la guerra; como escritor en catalán la pierde. Es el vencedor vencido. Pero también un posibilista. En lo que hoy publicamos vemos la diferencia entre lo que pudo publicar sin censura y lo que de verdad opinaba sobre algunas cosas”, apunta Xavier Pla.
El proyecto inicial de la obra completa de Pla para Destino comprendía dos volúmenes de
Notes disperses. El primero apareció en 1969 y del segundo no se supo nada más hasta hoy. Entre los papeles póstumos se han conservado materiales destinados a esa
segunda entrega. Un material inédito investigado por Francesc Montero (cátedra Josep Pla de la UG) que se edita ahora en Hacerse todas las ilusiones posibles (Destino, también en catalán).
Lo habría titulado Noves notes
disperses o Vagues notes disperses, pero no se llegó a publicar jamás. “Pla era muy consciente de que algunos textos no habrían pasado la censura y además revelaba interioridades de la propia editorial”.
Las páginas que hoy nos llegan corresponden al Pla más agudo, al observador nato. “Un Pla radicalmente catalanista –no nacionalista– muy influido por Vicens Vives, con una visión extremadamente crítica del régimen franquista, del que llega a decir en 1959 que es abyecto”, recuerda Xavier Pla. También dijo que era “un embalse de mierda de dimensiones titánicas”.
Textos con voluntad literaria pensados para ser publicados que permanecieron en el cajón durante años y un trabajo duro (Montero tuvo que trabajar con cinco versiones) bajo un título robado a esta frase de Pla: “El ideal consiste en hacerse todas las ilusiones posibles y no creer en ninguna”.
La mayoría de estas prosas publicadas ahora fueron escritas entre 1950 y 1960. Por sus páginas (“escribía compulsivamente”) pasean virtudes y miserias de personajes de la época (Carner, por ejemplo, cuyo exilio forzoso considera que es un sinsentido), recuerdos de juventud, fragmentos de erotismo y sentencias letales del escritor ampurdanés.
En el 2018 se publicará la correspondencia entre Pla y Gaziel. “Además, tenemos a unos estudiantes trabajando desesperadamente en una cantidad oceánica de recortes de prensa –explica Xavier Pla– que alguien de su entorno o el mismo escritor fue coleccionando durante años”.
“Como liberal conservador gana la guerra, como escritor catalán la pierde; Pla es el vencedor vencido”