Donde todo acabó
El Barça regresa a Turín dispuesto a enmendar el desengaño de la última visita
No es necesario remontarse a la antigüedad para rememorar la última visita del Barcelona a Turín. Fue el pasado 11 de abril. Tres días antes el equipo se había despedido virtualmente de la Liga con una derrota (2-0) en Málaga y en Turín, en la ida de los cuartos de final, prácticamente quedó desahuciado de Europa. Dos goles de Dybala y otro de Chiellini hicieron imposible la remontada en el Camp Nou. El equipo de Luis Enrique había agotado la cuota de milagros en la eliminatoria de octavos contra el PSG y encaraba un final de temporada sin esperanzas. El Barça regresa hoy a la capital del Piamonte con nuevo entrenador, con una dinámica de resultados inmaculada y un amplio margen de mejora en cuanto al juego.
En primavera iba con la lengua fuera, limitado físicamente y mermado de ánimos. Hoy el Barcelona comparece en el frío (por las temperaturas alpinas) estadio del subcampeón de Europa sin presión porque no tiene necesidad de protagonizar ninguna hazaña. Con un empate se adjudicaría matemáticamente la primera posición del grupo, y en el caso de sufrir una derrota, tendría que ser por una diferencia de más de tres goles para que el equipo blaugrana dejara de depender de sí mismo para acabar líder de grupo. No es cuestión de pensar en la nefasta primavera de 2017, aunque Valverde admite que está aburrido de ver una y otra vez aquel partido en vídeo. El Barça no busca vendetta en Turín, sino un resultado estratégico para dejar aparcada la Liga de Campeones y poder focalizarse en la competición doméstica hasta el paréntesis de Navidad, un período que comprende visitas al Valencia, el Villarreal y el Real Madrid. Se trata de que el partido del Sporting de Portugal en el Camp Nou el 5 de diciembre sea ya intrascendente.
Aunque Valverde interpreta que no hay favorito, la autoridad con que el Barcelona batió 3-0 al conjunto bianconero el 12 de septiembre es ilustrativa de la temporada de ambos contendientes. Pero ahora el factor campo juega a fa-
vor de la Vecchia signora y, en opinión de Valverde, esto no es un detalle menor. “Sabemos que aquí son un equipo fuerte, que tienen una entrada muy fuerte en los partidos y tenemos que estar preparados”, avisó el entrenador. También Rakitic se declaró en alerta después de la última experiencia en Turín: “En media hora te pasan por encima”.
Aunque se trata de un duelo que no proporcionará ganancias inmediatas ni desencadenará cataclismos, enfrenta a dos clubs históricos y dominadores del fútbol en Europa en los últimos años. Así, más de un centenar de informadores asistió a las comparecencias de Valverde, Allegri, Rakitic y Pjanic. Se las arreglaron como pudieron para desplazarse hasta el moderno y aislado Juventus Stadium en una jornada de huelga de taxis en Turín. El entrenador italiano no parecía muy optimista cuando se dedicó a subrayar tanto las virtudes del rival –defiende mejor que la pasada campaña, afirmó– como los defectos de su equipo: “Recibimos demasiados tiros y demasiados goles. Hemos hablado sobre ello y sabemos que tenemos que trabajar de una manera distinta, la responsabilidad es de cada uno de nosotros”.
A expensas del partido, dos cuestiones planean con persistencia sobre la actualidad blaugrana: la calidad del juego en vísperas de compromisos de alta dificultad y la renovación de Messi. Y en ambas cuestiones Rakitic, entusiasmado con la Champions, fue muy explícito: “Podemos mejorar, está claro. Pero prefiero no brillar nunca y ganar todos los partidos”. El brillo, apuntó el croata, ya vendrá. “Vamos a por el partido de mañana y vamos a dejarnos de historias”, replicó Valverde sobre el futuro de Messi. En cambio, Rakitic quisiera jugar siempre a su lado: “Leo sabe que es parte del escudo y creo que debe estar aquí para siempre”.
Imperaba durante el entrenamiento celebrado estadio del Juventus la percepción de que Valverde puede replicar por tercera vez la alineación, lo que implicaría la inclusión de Alcácer, aunque la dificultad del desplazamiento a Mestalla del próximo domingo –incrementada por la sanción de Piqué– podría provocar alguna variación. El técnico considera que Vermaelen está a punto para rellenar las ausencias de Piqué y Mascherano argumentando que ha jugado los últimos dos amistosos con Bélgica.
SOLUCIÓN INMEDIATA
El conjunto blaugrana necesita un empate para ser campeón de grupo y aparcar la Champions
DOBLE OBJETIVO
El Barça quiere imponer su buena dinámica de resultados y mejorar en lo posible su juego