Caprichos submarinos
Los hemos visto desde hace años en otras latitudes, pero pronto Europa tendrá también un restaurante bajo el océano. Será en Noruega, y los artífices son los arquitectos del prestigioso estudio Snohetta, autores del Memorial del 11S en Nueva York, la Biblioteca de Alejandría y la Ópera Nacional de Noruega. El rompedor establecimiento ha sido bautizado como Under, un juego de palabras en el idioma original, ya que en noruego significa tanto “por debajo” como “maravilla”, y se prevé que abra sus puertas a principios de 2019.
El edificio, en la costa de Baly, en la zona meridional del país, estará semihundido a cinco metros de profundidad y contará con paredes de hormigón de un metro de grosor, a prueba de los fuertes temporales que suelen azotar Noruega. A través de una ventana acrílica de 11 x 4 metros disfrutaremos de las algas, del agitado mar nórdico y de la fauna local.
RECUBIERTO D E MOLUSCOS
El panorama no será tan vistoso y colorido como los que pueden verse en mares tropicales, pero el Under cuenta con la particularidad de que estará intensamente integrado en la naturaleza. Así, se pretende que se mimetice con el entorno, provocando el mínimo impacto ambiental, y que con los años se convierta en un arrecife artificial que atraiga a los moluscos a aferrarse a sus paredes y que lo recubran. Para ello, a estas se les dará un acabado rugoso que facilite la adhesión de la flora y fauna salvajes. También en esa línea, la iluminación en el interior será amortiguada, para ayudar al florecimiento de la vida submarina. La integración en el paisaje abarcará también la superficie, en la que la fachada se recubrirá con madera noruega no tratada, que, con los años, se calcula que irá tomando tonos grises muy similares al paisaje rocoso del entorno.
El establecimiento funcionará asimismo como un centro de investigación de biología marina, en el que los científicos podrán estudiar el comportamiento de las especies y en el que los clientes, además de disfrutar de un capricho gastronómico, también vivirán una clase de biología.
BARRA DE CHAMPÁN
La experiencia comenzará con una serie de placas informativas sobre las costas noruegas y la biodiversidad marina del país, que acompañarán a los comensales en el sendero que conduce a la orilla. Una vez en la entrada, una rampa les conducirá al restaurante, pasando por un espacio de transición, la barra de champán, cuya decoración estará basada en tonos que recuerdan la arena y las rocas. En la sala, apoyada sobre el lecho marino, las mesas estarán ubicadas frente a la gran ventana panorámica.
El Under tendrá capacidad para cien comensales, que podrán disfrutar de una carta a cargo del chef danés Nicolai Ellitsgaard Pedersen. Basada, obviamente, en los productos del mar de proximidad, como bacalao y mejillones, ofrecerá también especialidades tan exóticas como las algas de trufa.
UN FANTASMA EN EL MAR ROJO
Si no podemos esperar hasta que el Under abra sus puertas y estamos decididos a darnos el gusto de cenar, una vez en la vida, en un restaurante submarino, podemos visitar otros locales de auténtico lujo que han abierto sus puertas en los últimos años y que ofrecen experiencias únicas. El pionero fue The Red Sea Star, en Israel, que cerró hace pocos años y permanece bajo las aguas como un recordatorio fantasma esperando que alguien le dé una segunda oportunidad. Los comensales descendían a cinco metros de profundidad hasta una sala llena de detalles curiosos, como lámparas que simulaban ser medusas y un suelo con apariencia de fondo del mar.
JARDINES D E CORAL EN MALDIVAS
Maldivas concentra varios de los restaurante submarinos que pueden disfrutarse en la actualidad. Uno de los más solicitados es el Ithaa Undersea, ubicado cinco metros por debajo del nivel del mar, frente al resort Conrad Maldives Rangali Island. Cuenta con una cúpula que ofrece vistas de 180 grados a aguas transparentes plagadas de exóticos peces y jardines de coral, que le ha valido aparecer en multitud de ocasiones como uno de los restaurantes más bellos del planeta.
Puestos a no privarnos de nada, en la carta del Ithaa –“perla” en la lengua local–, basada en la cocina europea, destacan la langosta, el caviar y el champán de alta gama. Si tenemos un presupuesto más que holgado, podemos incluso cerrarlo para eventos privados y tener ese espacio único solo para nosotros. Sin salir de Maldivas, el Hurawalhi Island Resort inauguró el año pasado su propio restaurante submarino, construido íntegramente de cristal y de mayor capacidad que los anteriores, al que los clientes acceden por una cabaña sobre la superficie. El Sea, en el Anantara Kihavah Resort, ofrece vistas de 360 grados y un techo geométrico de espejos que reflejan el mar. Cuenta también con una bodega submarina, en la que se pueden encontrar hasta 250 vinos. Todavía otra opción en este país, el Subxix, a seis metros bajo la superficie del Índico. Ubicado a 500 metros del lujosísimo Per Aquum Niyama Resort, solo se puede acceder en lancha desde la capital, Malé, o desde alguna de las islas del resort.
ACUARIOS ESPECTACULARES
Sin estar inmersos en el océano, otra posibilidad para comer dentro del mar son los establecimientos ubicados en acuarios, tan espectaculares que pueden asemejarse a los anteriores. Uno de ellos es el Cargo Hold, en la costa sudafricana de Durban. Está diseñado imitando The Phantom, un mítico barco fantasma que, se dice, se estrelló en la costa africana tras vagar durante mucho tiempo por el océano, y los invitados estrella son, sin duda, los escualos. La meca de los caprichos lujosos, Dubai, no podía quedar al margen de la moda de los restaurantes submarinos. El célebre siete estrellas Burj Al Arab Jumeirah abrió el año pasado el Nathan Outlaw-Al Mahara, especializado en mariscos y con el chef británico Nathan Outlaw al frente. Amenazantes tiburones y vistosos corales rodean a los comensales desde el enorme acuario. Mucho más a mano nos queda el Oceanogràfic, el restaurante submarino de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. El acuario más grande del continente, bajo una cubierta circular, nos envolverá mientras disfrutamos de su cocina mediterránea y, a poder ser, de su plato estrella, la paella.