Nadie tiene más Botas de Oro que Messi: ayer recogió la cuarta
“Cada día disfruto más como jugador”, asegura Leo Messi, enfocado en alargar su era triunfal
El oro es el metal más preciado en el deporte, en el que se bañan los campeones. Así es en el atletismo, la natación o la gimnasia, las disciplinas más clásicas. También en el fútbol, el deporte de masas, donde ningún futbolista tiene más Botas de Oro que Leo Messi –empatado con Cristiano Ronaldo–. El argentino posee también el récord de Balones de Oro –en solitario a la espera de lo que suceda el 7 de diciembre–. Ningún club ha fabricado tantos mejores goleadores de Europa como el Barcelona, líder con seis galardones. A la de Ronaldo y la de Luis Suárez hay que añadir las cuatro Botas de Messi, que ayer recogió su cuarto botín dorado que le premia por los 37 tantos que celebró el campeonato pasado.
Hacía cuatro años de la última vez que Messi recibió su anterior Bota de Oro. Entonces fue de manos de Stoichkov. Ayer fue Luis Suárez, su compañero, amigo y vecino, el que se la entregó como su predecesor en el galardón. Todo queda en casa, en el Barcelona, el hogar de las Botas de Oro gracias al palmarés de Messi, hilo conductor de la belle
époque blaugrana. “Cada día disfruto más como jugador”, aseguró el argentino. Y ya se sabe que si él es feliz, los éxitos llegarán.
Treinta goles con la zurda, seis con el pie derecho y uno de cabeza (al Sporting) tienen la culpa del cuarto calzado dorado. Aunque el mejor goleador de la historia del club no se autodefina como un hombre de área. “No me considero delantero pero siempre tuve la suerte de hacer goles. Crecí, he mejorado y he acumulado cosas a mi juego”, admitió su evolución constante. De hecho, esta temporada Ernesto Valverde lo ha vuelto a centrar en el campo y Messi vuelve a estar en la pomada. Con 12 goles está tres por detrás de los líderes: Cavani (PSG) e Immobile (Lazio). Si bien es cierto que sólo la mitad de las veces que ha conquistado el premio al máximo anotador de las ligas europeas se ha proclamado campeón de la Liga y el galardón nunca ha coincidido con una Champions.
TODO QUEDA EN EL CAMP NOU
Su compañero, amigo, vecino y predecesor, Luis Suárez, fue el encargado de entregarle el trofeo
A TRES GOLES DE CAVANI
El argentino vuelve a estar en la lucha aunque sólo la mitad de sus Botas coincidió con campeonatos del Barça
“Siempre dije que los premios individuales vienen de la mano de los colectivos. Si nos va bien como equipo, hay más posibilidades”, priorizó Messi, antes dedicar la Bota de Oro a sus compañeros, representados por el capitán Iniesta, Busquets y el citado Suárez. “Este premio es de todos, sin ellos no hubiese marcado todos esos goles”, admitió su dependencia.
Más maduro, Messi también aportó cierta luz a su suplencia en Turín, adoptando como suya la decisión de Valverde. “Siempre que me toca ir al banquillo se arma revuelo. Es verdad que no suelo ir al banco y que no me gusta estar fuera del equipo. A mí me gusta participar y quiero ayudar en lo que pueda desde dentro, pero hoy entiendo que el año es largo y que hay que cuidarse mucho más porque las temporadas son cada vez más duras”, justificó a su técnico.
Por eso, enseguida pasó página de la clasificación para los octavos de la Champions y se enfocó en la visita a Mestalla, donde el primero de la Liga jugará mañana contra el Valencia. Es su próximo reto. “Tiene una gran plantilla y un entrenador que lo hace jugar bien. Tienen clara su idea y lo que hacen, lo hacen bien. Va a ser complicadísimo y más en su campo. Pero vamos a ir a por el partido. Estamos bien y esperamos continuar ahí arriba”, analizó.
Además de fotografiarse con su padrino Suárez, con sus cuatro Botas de Oro, y con su mujer y su hijo mayor, Thiago, ayer en la Antiga Fàbrica Estrella Damm también coincidió en una instantánea con Josep Maria Bartomeu. No es la foto más buscada y la que tranquilizaría a todos los barcelonistas –la de la formalización de una renovación que ya está en vigor–, pero el presidente del Barcelona también se mostró relajado a pesar de que no se habló del tema ni hay fecha fijada. “Enhorabuena, Leo. La leyenda continúa”, le felicitó el mandatario. Desde Manchester, Pep Guardiola también se expresó como un culé más: “La renovación de Messi es lo que todos deseamos”.
La expedición del Barça incluía a los vicepresidentes Jordi Cardoner y Jordi Mestre, Pep Segura, Òscar Grau, Raül Sanllehí y Guillermo Amor. “Primero esta foto, después la de la renovación”, vaticinó Mestre contribuyendo a los buenos propósitos, sólo distorsionados por un desliz del presentador, que organizando una foto de grupo se le escapó: “A ver, pongan una gran sonrisa, como si Hacienda nos devolviese siempre”. Quien sí le arrancó una sonrisa al premiado fue Eyal Gotz, uno de los niños de la unidad oncológica del hospital Sant Joan de Déu que se beneficia de la colaboración con la Fundación del jugador, que le entregó un corazón dorado, símbolo de la lucha contra el cáncer infantil. Oro para el oro.