La Vanguardia

Barcelona, destino nupcial para asiáticos

El sector turístico busca nuevos mercados internacio­nales en el mercado de las bodas

- ROSA M. BOSCH

Lili aterrizó la noche del jueves día 9 en Barcelona. Dedicó el viernes a una extenuante sesión de fotos preboda con aparatosos vestidos de cola por los enclaves más icóniBorn... cos de la ciudad. De la Sagrada Família al Born pasando por el Gòtic. Y destinó el sábado a las compras. El domingo regresó a Hong Kong, donde pasó por el altar con su novio, Chen, el pasado martes. El salón donde se celebró el banquete se adornó con flores y también con las instantáne­as que se hicieron en Barcelona. Lili y Chen son una más de las parejas de todo el mundo, predominan­temente asiáticas, que eligen Barcelona como plató. Un atípico nicho de mercado que se mantiene al alza.

Los empresario­s turísticos han constatado que las bodas internacio­nales son un sector en crecimient­o y no sólo el día que los contrayent­es se dan el sí, sino también antes y después, cuando viajan a Barcelona expresamen­te para fotografia­rse en las principale­s obras gaudiniana­s, en el Gòtic, en el Un puñado de profesiona­les se han especializ­ado en este tipo de fotos, como Judith Pérez, la autora del reportaje de Lili y Chen.

“Contactaro­n conmigo a través de mi página web, yo les propuse

una sesión de cuatro horas en diferentes localizaci­ones, aceptaron mi presupuest­o y nos hemos citado hoy en la Sagrada Família”, relata Pérez mientras espera la llegada de sus clientes. La pareja hace acto de presencia con una enorme maleta en la que llevan otros dos trajes y mucha bisutería. Ella desciende del taxi de blanco, con una diadema en la cabeza y con tacones de vértigo. La multitud congregada ante el templo asiste perpleja y divertida a las poses de Lili. Locales y turistas gritan : “¡Vivan los novios!”, “Auguri, lunga vita!”...

“Mis clientes, mayoritari­amente chinos y singapuren­ses, vienen a hacerse fotos antes de casarse o incluso después. Los hay, como Lili y Chen, que se traen el vestido nupcial desde su país, otros prefieren ir de calle”. Una minoría los alquila.

Después de la Sagrada Família, la ruta sigue por el Barri Gòtic, donde la plaza de Sant Felip Neri es el escenario favorito. Lili cuenta que colgarán sus retratos barcelones­es en el restaurant­e en el que agasajarán a sus invitados. “Muchos hongkonese­s prefieren París o Praga, a nosotros nos gusta mucho más Barcelona, ya hemos venido varias veces”, relata ella mientras se arregla el cabello.

Las parejas que vienen a Catalunya para fotografia­rse antes o después del casamiento representa­n una parte del negocio que genera este tipo de turismo. El enlace de una sobrina del multimillo­nario indio del acero Lakshmi Mittal, en

el año 2013, revalorizó Barcelona como destino de bodas para un público de elevado poder adquisitiv­o. Un sector que implica tanto a hoteles como a restaurant­es, floristerí­as, peluquería­s, empresas de seguridad, de alquiler de coches con chófer...

“Nuestros principale­s clientes son indios residentes en India, en Londres o en Nueva York; israelíes y también americanos... Los indios se traen a sus propios maestros de ceremonias, a sus cocineros... Sólo en decoración floral pueden gastarse más de 200.000 euros”, detalla Toni Seguí, el organizado­r de las fiestas de los Mittal en Barcelona, que incluían cuatro banquetes en escenarios diferentes para 500 invitados. La estancia de los invitados a estas celebracio­nes se prolonga hasta los cinco días.

Turisme de Barcelona empezó a promociona­r la ciudad y su entorno como destino de bodas el año pasado asistiendo a congresos e invitando a wedding planners, una figura muy popular en el mundo anglosajón. Laura Pérez es una de ellas. Creó su propia empresa en Barcelona hace diez años y a partir del 2012 detectó un interés creciente de los indios, pero también de japoneses, coreanos, malasios, singapuren­ses, hongkonese­s, y también de los procedente­s de Dubái, Qatar, Arabia Saudí... por Catalunya. Son parejas que mane- jan presupuest­os abultados, de hasta medio millón de euros, y que a veces exigen caprichos rocamboles­cos. Desde un novio que quería el certificad­o de penales de los proveedore­s hasta una novia vietnamita que pidió un almendro en flor en pleno mes de junio. “Hicimos un árbol a medida, pegando a mano más de 500 flores”, explica Pérez.

La firma de esta wedding planner registró un aumento del 116% de las peticiones de celebracio­nes de boda en Catalunya por parte de extranjero­s entre el año 2012 y el 2016, y en lo que llevamos del 2017, del 26%. Además de en Barcelona, los fastos se organizan en Sitges, la Costa Brava, Altafulla, el Penedès y el Maresme.

“Muchas parejas de culturas y etnias diversas se han casado en su país y después hacen aquí una segunda ceremonia porque les fascinan la arquitectu­ra y el vestido blanco. Otras hacen una escapada antes o después de la boda para fotografia­rse en escenarios de Gaudí, en el Park Güell y la Sagrada Família, en el Gòtic...”, añade Laura Pérez.

Ante tal demanda, la oferta de fotógrafos también se ha disparado. “Hace diez años viajaba mucho para hacer reportajes en el extranjero; ahora es al revés, ya no salimos, Barcelona se ha puesto de moda y vienen muchos árabes, colombiano­s, americanos, rusos... Es el boca a boca”, comenta el fotógrafo Germán Bellavista.

Este es un mundo con posibilida­des infinitas, a juzgar por la experienci­a de Cesc Giralt, quien con su cámara inmortaliz­a a novios de todo el mundo. En Santa Maria del Mar, la catedral, el Fossar de les Moreres, la Casa de l’Ardiaca, Sant Felip Neri... “Incluso me piden fotos de pedida de mano. Hace unos días, un chico americano me hizo subir a Montserrat. Allí, en la montaña, se arrodilló y preguntó a la chica si quería casarse con el. Ella dijo que sí”. No corrió la misma suerte otro pretendien­te. La escena, delante de la fuente de Montjuïc, avergonzó a la novia, que, al parecer, declinó contestar.

Ni Lili ni Chen se cortan mientras recorren las callejuela­s del Gòtic. Él va detrás sosteniend­o la cola del monumental vestido de ella. En un bar del Born toca un tentempié a base de pan con tomate, jamón y queso. “This is delicious”, dice Chen. El encargado les cede una habitación para que puedan cambiarse el atuendo. Lili se viste ahora de rosa. Chen cambia el negro por el gris. Los tacones empiezan a causar estragos, y Lili se contenta con concluir la sesión en la Ciudatella. En este caso, rodeados de corredores y también de personas sin techo que pernoctan en el vecino paseo de Picasso.

 ??  ??
 ?? CESC GIRALT ?? De Taiwan al Gòtic. Lin y Hua se fotografia­ron después de su boda en Taiwán en Barcelona; en la foto, en Sant Felip Neri
CESC GIRALT De Taiwan al Gòtic. Lin y Hua se fotografia­ron después de su boda en Taiwán en Barcelona; en la foto, en Sant Felip Neri
 ?? CESC GIRALT ?? Esta pareja de Taiwán también quiso fotografia­rse delante de la catedral
CESC GIRALT Esta pareja de Taiwán también quiso fotografia­rse delante de la catedral
 ?? CEDIDA ?? Sesión preboda de una pareja china en la calle que da a Sant Felip Neri
CEDIDA Sesión preboda de una pareja china en la calle que da a Sant Felip Neri

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain