Anna Balletbò
PRES. FUNDACIÓN OLOF PALME
La XXII edición de los Encuentros de Economía de S’Agaró se cerró ayer con la presencia del ministro de Economía español, Luis de Guindos.
El encuentro está organizado por la Fundación Olof Palme y la Cámara de Comercio.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, se mostró ayer optimista en el XXII Encuentro de Economía en S’Agaró (Girona) pese a la “contracción” que ha vivido la economía catalana este mes de octubre. Guindos aseguró que la inestabilidad política ha lastrado el crecimiento que Catalunya había mantenido durante los tres primeros trimestres del 2017, pero la convocatoria de elecciones y el artículo 155 “le han dado la vuelta a la situación”.
Para Guindos, las cifras económicas del mes de octubre son “muy malas” para Catalunya, donde se ha producido una “contracción del consumo privado” mucho más intensa que en el resto de España. En concreto, detalló durante su intervención que la situación en Catalunya “restará unas cinco décimas al crecimiento de la economía española” para el 2018 (situando el aumento en el 2,3% del PIB). “Pero yo soy optimista”, insistió Guindos, en referencia a que la aplicación del artículo 155 ha permitido que la sociedad se dé cuenta de que “aquello que se hace es volver a la legalidad y a la normalización”.
Además, Guindos aseguró que si el independentismo pierde “votos y diputados” y no revalida la mayoría absoluta en el Parlament, “el ambiente económico mejorará de manera notable”. El ministro de Economía aseguró que tener que buscar “mayorías alternativas” en el Parlament será “muy positivo” para los mercados, la prima de riesgo y la bolsa. “La razón fundamental de la incertidumbre de los mercados ha sido el soberanismo”, destacó.
Para Guindos, la convocatoria de elecciones ha terminado con la percepción de que el independentismo “sería una Arcadia feliz”. “Al haberle visto las orejas al lobo, el lobo no llegará”, precisó el ministro, quien agregó que “lo que hemos vivido en octubre es un mal sueño” pero que “la realidad, la madurez y la inteligencia de los catalanes van a permanecer”.
Por otra parte, el ministro no contempla incentivos para favorecer que las empresas que trasladaron su sede social fuera de Catalunya vuelvan “una vez se normalice la situación” después de las elecciones del 21-D. El ministro alegó que “más allá de los incentivos, la economía catalana es suficientemente atractiva” para que una vez se hayan eliminado “las políticas irracionales” y “una vez concluya el proceso de normalización”, las empresas vuelvan por ellas mismas. “Si se normaliza la situación de la economía catalana en el conjunto de la española y la zona euro, estoy convencido de que será así”, aseguró Guindos, quien insistió en que el Gobierno español hará “todo lo posible” por que se revierta el traslado de las sedes sociales y se mostró convencido de que después del 21-D, “Catalunya continuará liderando el crecimiento económico en el conjunto de España”.
Guindos fue ayer el encargado de clausurar la última edición de la jornada de Economía, organizada por la Cambra de Comerç de Barcelona, la Fundació Internacional Olof Palme y el diario La Vanguardia, a la que también asistieron el presidente de CaixaBank, Jordi Gual; el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Miquel Valls; el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y el presidente de Freixenet, de la Cambra d’Espanya y de Fira de Barcelona, Josep Lluís Bonet.
El encuentro fue presidido el viernes por la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, y contó con la presencia del exconsejero de Empresa de la Generalitat de Catalunya, Santi Vila, entre otros. Ni Valls ni Bonet dudaron en calificar a Vila de “político con futuro”.
Durante la mañana de ayer, intervino también el secretario general del PSC y actual candidato a la Generalitat, Miquel Iceta. El político calificó los comicios de “viaje hacia la reconciliación” y descartó cualquier posibilidad de pacto con el independentismo. El dirigente socialista afirmó que su proyecto no es viajar a Ítaca sino “cambiar la hoja de rota y “llegar juntos a un lugar mejor”. Iceta no dudó en afirmar que la política soberanista había conducido Catalunya al “desastre económico” y a la inestabilidad.
Tanto Miquel Valls como José Luis Bonet califican a Santi Vila como “político con futuro”