HACER CARRERA CON EL VINO
La Universitat Rovira i Virgili imparte un codiciado máster sobre la cultura del vino y su explotación.
Este máster arranca lejos de las aulas. Primera lección: la vendimia en los viñedos de la Universitat Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Luego llegarán las primeras visitas a grandes bodegas: Freixenet, Codorniu, Torres, Gramona... Los alumnos también se empapan de la oferta cultural y patrimonial de la zona. El primer trimestre toca espumosos en Catalunya. El máster sigue en la Universidad de Burdeos y los
châteaux y luego recorre el Duero para sumergirse en los oportos. Impulsado por la URV, la Universidad de Burdeos y la de Oporto, Wintour explora tanto el potencial enológico como las posibilidades de negocio de tres zonas de referencia en el mapa vinícola del mundo y que también son patrimonio de la humanidad por su legado cultural.
“Los alumnos aprenden cómo se elabora un vino de Burdeos, un oporto y un cava, pero tan importante es esto como saber vender el producto, y eso implica marketing y presencia en los mercados globales a través del turismo basado en el patrimonio de cada zona”, explica Gemma Beltran, una de las coordinadoras de Wintour. El máster es uno de los 24 que cuentan con la financiación, a través de becas para los alumnos, del programa Erasmus Mundus de la Unión Europea.
Cuando se abrieron las inscripciones, la URV –que se encarga de la coordinación administrativa del máster– recibió 155 peticiones de graduados universitarios interesados para las 25 plazas disponibles. “Tuvimos que seleccionar a los alumnos en función del expediente académico, de su experiencia laboral, su nivel de inglés y de su carta de motivación, que tuvo mucho peso”, añade Beltran. En esta primera promoción –que empezó en septiembre del año pasado y que acabará el próximo junio– hay estudiantes de 19 países: desde Canadá, Brasil y México hasta Suiza, Francia, Portugal, Italia, Bielorrusia, Gran Bretaña o Sudáfrica.
“Me atrajo la posibilidad de estudiar en tres universidades distintas de Europa, poder conocer estas zonas vinícolas tan importantes y visitar sus bodegas”, destaca Francisco Fraguas, uno de los dos argentinos de la primera promoción. Ingeniero agrónomo especializado en enología y vinicultura, había trabajado en varias bodegas de Mendoza antes de matricularse en Wintour. “Otro de los grandes activos del máster es poder estudiar con gente de tantos países con visiones tan distintas”. Francisco y sus compañeros de promoción están ahora en Oporto. En febrero comenzarán la tesis: todos los alumnos estarán cuatro meses en una de clave para que la Unión Europea se implicara en el Wintour. Vins de Bordeaux, Torres, Codorniu, Porto Cruz, Freixenet, Cité des Civilisations du Vin o Lavradores de Feitoria son algu- nos de los partners con los que cuenta el máster.
“Las tesis son trabajos que van a tener un claro impacto en los tres territorios; en Oporto ahora se está invirtiendo mucho en la promoción y el turismo enológico se está desarrollando muy rápidamente”, mantiene Jorge Queiroz, profesor de la Universidad de Oporto. Las quintas, caserones rodeados de viñedos con vistas al Duero, se están reconvirtiendo en coquetas residencias que ya son un reclamo turístico de primer orden.
Cada zona juega sus cartas. “Desde un punto de vista enoturístico Oporto y España tienen una visión más parecida en cuanto al recibimiento del turista y lo que significa dejar probar el vino y la venta directa a los visitantes, ejercen de embajadores de su territorio... En cambio, a los bodegueros franceses les cuesta más darle la bienvenida a alguien que no aprecie el producto”, concluye Fraguas.
El diseño del máster incluye visitas a bodegas, casas rurales y los principales museos y atractivos culturales de cada territorio. Así, los alumnos pueden comprobar cómo bodegas como Torres han cambiado la forma de mostrar sus instalaciones para acercarse y atraer a un público que cada vez es más entendido y que está interesado en el compromiso ambiental y en la artesanía del producto. Los alumnos aprenden cómo se elabora el vino y cómo se posiciona en el mercado en una zona como Burdeos, donde la clasificación de los crus (las fincas) se hizo ya en 1855 coincidiendo con la Exposición Universal de París de 1855 para poder identificar oficialmente los mejores châteaux con otras zonas, como la Terra Alta, donde la garnacha blanca empezó a despuntar hace apenas una década y la oferta turística todavía es incipiente.
“En Burdeos y en Oporto el vino ya funciona como reclamo turístico sin embargo, en Catalunya, aunque se están viendo cambios, el turismo enológico todavía juega con el efecto Barcelona como atractivo”, explica Josep Miquel Canals, decano de la facultad de Enologia de la URV y también profesor del máster. Para conocer distintos escenarios, esta semana los estudiantes de primer curso han viajado a La Rioja acompañados, entre otros, por Salvador Anton, director del Parc Científic i Tecnològic de Turisme i Oci de Catalunya y especialista en la transformación de destinos turísticos. Esta semana, otra experiencia: los alumnos
han recorrido el Priorat, visitando pequeñas bodegas, acercándose a la historia de la comarca en la Cartoixa d’Escaladei y conociendo las estrategias de la denominación de origen cualificada Priorat. En esta ocasión, les acompañó Jaume Gené, profesor de Marketing y coordinador del Master Business Administration (MBA) de la URV. El próximo mes, durante dos semanas, los alumnos volverán a trabajar en empresas, pero en esta ocasión para conocer cómo se prepara la campaña de Navidad, uno de los momentos álgidos, en cuanto a ventas de vino y espumosos, del año.
“Las profesiones del futuro son las que combinan distintas especialidades; se necesitarán profesionales de enología y turismo. No estamos formando a gente para hacer visitas a las bodegas, sino para diseñar estas visitas, experiencias que unan ocio, vino, territorio y también negocio... Por eso tienen que conocer bien cómo se hace el producto; tienen que saber cómo se hace el degüelle a los vinos espumosos, qué es la fermentación y también cómo se comporta el mercado”, añade.
“La gente que entiende de vinos nota muy rápidamente si el guía de una bodega comprende o no cómo es el proceso de elaboración... El valor añadido de este máster es la multidisciplinariedad”, añade Beltran. Con ella coincide Pierre-Louis Teissedre, de la unidad de investigación en enología de la Universidad de Burdeos: “Las tres universidades están situadas en zonas turísticas consolidadas y reconocidas por la Unesco y tienen una tradición vinícola indiscutible. Lo que hace que estos estudios sean únicos es la implicación, como partners ,de empresas del sector tanto en el proceso de formación como en la tesis de final de máster”. La Universidad de Burdeos lidera la red internacional Oenovity, de la que forman parte 55 universidades y entidades del sector, y donde en el 2015 empezó a gestarse el Wintour.
Además de estos trabajos, el máster ha generado otros proyectos como el que llevará a cabo una de las estudiantes de China de la primera promoción: “Ella no sabía lo que era una casa rural, no entendía el concepto porque en su país no las hay tal como las entendemos aquí”, explica el profesor Canals. Así que esta alumna está trabajando en una suerte de diccionario que adapta 2.000 términos relacionados con la enología y el turismo al chino para poder ajustar conceptos y facilitar el diseño de futuros productos enoturísticos para los visitantes de aquel país. Otro de los proyectos que ya están en marcha es un panel sensorial con catadores chinos para saber qué productos se adaptan mejor a sus gustos y poder diseñar luego un catálogo específico.