La Vanguardia

Una portada sabe a poco

El presidente de Estados Unidos polemiza con la revista ‘Time’ sobre si es de nuevo el elegido como persona del año

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

Antes, mucho antes de que la expresión “noticias falsas” –fake news en versión original– se convirtier­a en una tendencia, Donald Trump ya estaba ahí.

Alguien tan centrado emocionalm­ente en sí mismo, pagado de su supuesto coeficient­e de inteligenc­ia y de “una de las más grandes memorias de la historia” –dicho por él, a pesar de que es capaz de hacer una afirmación y luego la contraria o de olvidar aquello que no le gusta–, ese alguien está obsesionad­o con ocupar la portada de la revista Time y, en concreto, ser la persona del año.

Lo que sostuvo Franz Kafka, eso de que “nada puede ser tan engañoso como una fotografía”, queda desfasado con la irrupción de Twitter, según la visión, entre otros, de los directivos de Time.

El presidente de Estados Unidos introdujo la noche del viernes el llamado tuit preventivo, que consiste en lanzar un mensaje, con todo el aroma del embuste, para anticipars­e al sonrojo.

“Time Magazine me llamó para decirme que PROBABLEME­NTE sería nombrado ‘hombre (persona) del año’, como el pasado año, pero tendría que aceptar una entrevista y una sesión de fotos. Les he dicho que paso. Gracias de todos modos”, señaló.

Le llevó poco rato a la revista el replicar a Trump con un desmentido. “El presidente está equivocado respecto a cómo elegimos a la persona del año. Time no comenta nada sobre su elección hasta su publicació­n, que es el 6 de diciembre”, aclaró el medio en un comunicado.

La revista inició esta práctica, hoy tradición, en 1927 y como distinción de la persona que “para lo mejor o para lo peor” ha sido la más influyente en cada año. Hitler recibió esta distinción en 1938. El papa Francisco, en el 2013.

La revista tiene abierta en su página web la opción para que voten los lectores. Como aspirante, Trump aparece entre su “amigo”, su homólogo Vladímir Putin, y su enemigo, Colin Kaepernick, el afroameric­ano y jugador de fútbol americano que inició la práctica de poner la rodilla en el suelo al sonar el himno por el mal trato y la segregació­n de los negros. Sin embargo, la decisión final de la elección correspond­e a los directivos de la revista.

Richard Stengel, exdirector de Time, tampoco tuvo reparo alguno en confrontar a la presunta autoridad

A Trump le obsesiona ser persona del año: lo logró en el 2016, pero llegó a falsificar una portada en el 2009

moral del país. “Odio decirte que PROBABLEME­NTE significa que NO eres el personaje del año... Pero estoy seguro que tendrás guardadas falsas portadas de Time”.

De esta manera recordó que los periodista­s descubrier­on en junio que el denunciant­e en jefe de las fake news era en realidad el autor de una portada más que falsa de esa cabecera. Colgada en varios de sus clubs de golf como “el hombre del 2009”, porque Trump arrasaba incluso como showman de la telerreali­dad. Ese año ganó Kate Winslet.

“Significa mucho”, replicó Trump al recibir el honor del 2016. “Crecí leyendo este magazine y es muy importante, por eso lo considero un gran honor”. Pero en el 2015, cuando escogieron a la canciller alemana Angela Merkel, atacó a la yugular. “Os digo que Time nunca me elegirá pese a ser el máximo favorito. Han preferido a una persona que está arruinando Alemania”.

El problema con Twitter es que acepta réplicas. Ayer, el comentario de una ciudadana al mensaje presidenci­al afirmaba esto: “Las paginas de Time carecen de espacio para contener tu ego”.

O como afirmó Dan Pfeiffer, exasesor de Obama: “Muy triste, siendo superrico, el presidente todavía necesita ser aceptado”.

 ?? ALEX BRANDON / AP ?? El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esta semana durante un encuentro con la prensa en su club de Mar-a-Lago, en Florida
ALEX BRANDON / AP El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esta semana durante un encuentro con la prensa en su club de Mar-a-Lago, en Florida

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