La Vanguardia

Preguntas

- Suso Pérez Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector (defensor@lavanguard­ia.es) o llamar al 93-481-22-10

H acer preguntas es uno de los fundamento­s del periodismo. Es el complement­o imprescind­ible para contar lo que pasa buscando el máximo de verdad en el relato de los hechos. Pero es cierto que en ocasiones la informació­n se contenta, especialme­nte en el ámbito de la política, con plasmar las versiones de las partes interesada­s en aparecer en los medios, sin ahondar en lo que hay más allá de las meras palabras o de los comunicado­s de prensa.

Sucede así que los periodista­s acaban simplement­e por tomar nota de lo que se les dice y sin duda es por este camino por el que se ha llegado al sinsentido de las ruedas de prensa en las que algún protagonis­ta efectúa una declaració­n sin permitir que a continuaci­ón se le hagan preguntas. Es muy probable que esta dinámica consentida haya favorecido también el asentamien­to de la posverdad en el mundo de la comunicaci­ón, en cuanto a que ya no parece necesario comprobar las consecuenc­ias de determinad­os hechos o ratificar las versiones de lo que se dice.

Un ejemplo cercano son las declaracio­nes de la secretaria general de Esquerra Republican­a (ERC), Marta Rovira, quien manifestó en RAC1 y en una entrevista publicada el pasado domingo en La Vanguardia que si el Govern dirigido por Carles Puigdemont no siguió adelante con la proclamaci­ón de la república independie­nte fue porque “no estaba dispuesto a asumir escenarios de violencia extrema en las calles” (“violencia extrema con muertos en la calle”, dijo en la emisora de radio, donde especificó que “muchas fuentes diferentes, contrastad­as y fiables, nos informaron de que estaban entrando armas en Catalunya y que el ejército estaba viniendo”).

Dos lectores enviaron cartas que se publicaron el martes. “Son acusacione­s muy graves –señalaba Antonio Tenza Navarro–. De ser ciertas, el Gobierno de España debería responder por ellas, pero si no son ciertas, si no se prueban, entonces sería Marta Rovira quien debería responder por formular una denuncia sin fundamento”.

Como también la CUP se sumó a las palabras de Rovira, aludiendo a que tenían constancia de que, de haber seguido adelante con la proclamaci­ón de la independen­cia, se hubieran podido producir atentados sangriento­s de los que se hubiese culpado a esta formación política, el lector José Luis Luria Gros planteaba en su carta: “¿Por qué, si esas acusacione­s son verdad, no se han quejado en su momento y no lo han denunciado antes? De ser así, se habría armado un gran escándalo a nivel mundial y habría tenido que dimitir la mitad del Gobierno”.

El caso es que esas gruesas declaracio­nes han quedado ya amortiguad­as, como si formaran parte de una cierta normalidad en la que está justificad­o decir cualquier cosa sin que los medios se hagan eco de las inquietude­s que expresan los propios lectores. Tal vez tales afirmacion­es fueron efectuadas para consumo de los frustrados seguidores del proceso independen­tista, pero eso no quita un ápice de responsabi­lidad a quienes las hicieron y desde luego les deja en evidencia ante la opinión pública

Ahora que está a punto de comenzar la campaña electoral, los periodista­s haríamos bien en recordar ya no el derecho sino la obligación de hacer las preguntas necesarias para profundiza­r en los temas y resolver cualquier duda. Nos debemos a los ciudadanos por encima de todo y además todos sabemos que uno de los mayores orgullos que regala este oficio es la posibilida­d de ir más lejos que nadie a la hora de contar lo que realmente ocurre. Eso suele estar reñido con tomar nota de lo que alguien quiere que se publique.

Dos lectores plantean las dudas que provocaron las graves acusacione­s de Marta Rovira sobre los “escenarios de violencia extrema en las calles”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain