El pasado persigue a Woody
Acaba de presentar en París Wonder wheel –que llegará a España el 23 de diciembre– y ya ha finalizado el rodaje de A rainy day in New York , su próxima película. La rutina habitual. Y sin embargo todo podría empezar a ser diferente tras las acusaciones de acoso sexual que han recaído sobre Harvey Weinstein y, por lo menos, una treintena más de figuras del mundo del cine y la cultura estadounidense. El último, John Lasseter, el director creativo de Disney y fundador de Pixar.
La caída de Weinstein y todo lo que ha seguido después empezó con una investigación periodística para el New Yorker realizada en buena medida por Ronan Farrow, hijo de Mia Farrow y el propio Allen. De momento, el nombre de su padre no aparece por ningún lado en las investigaciones de Ronan. Pero es bien sabido que no perdona a Woody Allen los supuestos abusos que –según declaró Mia Farrow en 1993– cometió su progenitor con Dylan, su hermana, cuando esta tenía siete años. Unas acusaciones que Dylan repetiría, 25 años después, en una carta abierta al New York Times, señalando a su padre. Ronan Farrow no perdona, no, como demuestra el artículo que escribió en Variety cuando Allen estrenó Cafe society en el festival de Cannes del 2016, donde llamaba la atención sobre el, en su opinión, deshonesto comportamiento de su progenitor. Y no cejará hasta que vea, como con Weinstein, que el pasado acaba por alcanzar a Woody.