De las cavernas al circo
Finn Taylor, vicepresidente del Cirque du Soleil
El vicepresidente del Cirque du Soleil, Finn Taylor, desgrana los entresijos de su nuevo montaje, Totem, un espectáculo centrado en la evolución de la especie humana que visitará Barcelona en marzo.
El origen de la humanidad es el tema del espectáculo que Cirque du Soleil acaba de estrenar en España, empezando por la Casa de Campo de Madrid (hasta el 14 de enero) para después visitar Sevilla, Barcelona (a partir del 23 de marzo), Málaga y Alicante. El vicepresidente de la división de giras de la compañía, Finn Taylor, defiende el carácter comunitario, familiar y por tanto circense de los equipos de artistas que trabajan en la compañía pese a las gigantescas proporciones que la empresa ha alcanzado. La fórmula promovida hace más de 30 años por el fundador, Guy Laliberté, se alimenta de la innovación constante y de las nuevas tecnologías. Pero la experiencia “mágica y única” sigue siendo ir a verlo bajo la carpa.
¿Qué novedades introduce este nuevo espectáculo, Totem, en técnicas y conceptos?
El show se centra en el tema de la evolución de la especie humana desde tiempos de los cavernícolas. Lo son algunas tecnologías en forma de proyecciones interactivas, bastante especiales. Las acrobacias mantienen el altísimo nivel de otros espectáculos.
¿Qué es mejor para este innovador modelo de circo, la carpa o el palacio de deportes?
Cada uno tiene su ambiente. Hay quien considera que la carpa es la verdadera experiencia tradicional del circo. Como señala, también tenemos espectáculos en grandes arenas o palacios de deporte. No es peor, es simplemente distinto. Cada forma ofrece su perspectiva única al público. La diferencia está en la intimidad. Bajo la gran carpa, la audiencia está muy cerca del escenario y la acción. Tenemos 2.500 asientos, mientras que en los palacios de deportes son cinco o seis mil.
El Cirque du Soleil es diferente del tradicional. Es enorme. ¿No hay en ese sentido un sacrificio?
La compañía es muy grande. Tenemos 18 producciones más el centro del negocio en Montreal. Somos una empresa, claro, pero los espectáculos son lo más cercano a los estándares de un circo. Quien venga a la Casa de Campo se va a encontrar eso, un circo, con la gente sentada alrededor del escenario y con la luz, la música y el sonido que le son característicos, sólo que con vocación de elevar el espectáculo hacia un nivel diferente al del circo tradicional.
Supongo que ustedes presumen de eso, de haber cambiado el concepto del circo.
Es la idea: una reinvención. Durante cientos de años, el circo ha existido con sus tigres, leones, zancudos y malabaristas. La visión de Guy Laliberté (el fundador) consistió en tomar esa forma artística tradicional y darle una presentación teatral de gran calidad para crear lo que hoy conocemos como Cirque du Soleil.
Sin animales.
Exacto. Jamás. Nuestro show se basa en el cuerpo humano; en lo que el ser humano es capaz de hacer.
En su compañía trabajan unas 4.000 personas. Me dirá que son una gran familia circense, pero es difícil de creer…
Son muchas familias, en realidad. El grupo que tenemos en Totem tiene 115 personas. Eso es una familia. Después tenemos un show en Australia, otro en América Latina, un par de ellos en Estados Unidos… Y todas esas troupes individuales también son familias. Pero no utilizaría tanto esa palabra como el término “comunidad”. En Montreal tenemos 1.500 empleados que trabajan para apoyar los shows en ruta. Sí, decir que esta compañía es una familia sería muy optimista, pero los que han venido a Madrid para hacer Totem sí lo son. Trabajan, viven, comen y duermen juntos. Viajan por el mundo juntos, así que…
Además de las obvias exigencias físicas y técnicas, ¿qué se exige a los acróbatas, deportistas o exgimnastas que aspiran a entrar en el Cirque du Soleil?
Al tener que convivir, es necesario que entre ellos imperen el respeto mutuo y la comprensión hacia la realidad individual de cada uno de los demás. Porque aquí hay judíos y musulmanes, blancos y negros, asiáticos, occidentales y de todas las regiones del mundo. Puesto que el éxito de cada cual depende del éxito de los demás, esa mutua comprensión es vital. Puede haber gente de toda condición. Unos pueden haber tenido una vida fácil y gozosa, pero otros proceden de lugares complicados. Como familia, todos se apoyan entre ellos. Y se respetan por el trabajo que hacen, no por el lugar de donde proceden.
No debe de ser fácil motivar a toda esa gente para que salga cada noche a hacer cosas tan difíciles.
Lo interesante es que vemos el resultado del trabajo cada noche. Y por tanto quienes lo hacen reciben respuesta del público todos los días. Los artistas luchan por una buena reacción, y así es como la motivación funciona. En cuanto a los empleados en la central de Montreal y las oficinas repartidas por el mundo, los tiempos son diferentes porque ellos no tienen que actuar a diario. Pero mientras los artistas triunfan sobre el escenario, esos equipos de Montreal y demás hacen el vestuario, resuelven temas de atrezo y desarrollan la campaña de marketing. Y la excitación por el éxito es compartida.
Su espectáculo se pone al día continuamente en lo tecnológico. Las posibilidades del 3D y la realidad virtual son enormes. ¿Qué innovaciones tienen previstas?
Contamos con un equipo específico que estudia cómo incorporar las nuevas tecnologías dentro de los shows y también las explota a la hora de construir los propios espectáculos. Estamos experimentando, efectivamente, con realidad virtual, realidad aumentada (combinación de lo físico y lo virtual) y construcción e impresión 3D, en particular en la confección de vestuario.
¿Cree que podrían llevarnos el circo a casa de algún modo?
¿Aparte de por televisión?
Sí. Me refiero a alguna modalidad de realidad virtual de uso doméstico, con sus gafas y el kit que las complemente.
No lo sé. En todo caso, la verdadera alegría y la magia es asistir al espectáculo
EL NUEVO ESPECTÁCULO “‘Totem’ se centra en el tema de la evolución de la especie humana desde los cavernícolas”
NOVEDADES TECNOLÓGICAS “Estamos investigando con la realidad virtual y aumentada, combinar lo físico y lo virtual”
en directo, ver en directo a los artistas sobre el escenario. No creo que dejemos de hacer eso nunca, aunque seguro que surgirán diferentes formas de mejorar y cambiar la experiencia.
¿Qué viene ahora, qué es lo próximo?
Siempre estamos creando nuevos shows; ahora mismo, dos o tres. Hemos lanzado uno este año (Volta),
en torno a los deportes extremos y nuevos como el skating o el BMX (bicicrós). Es algo muy nuevo porque no se basa en los elementos y ejercicios acrobáticos tradicionales. Se estrenó hace poco en Canadá y está en gira por Estados Unidos. También tenemos uno basado en la película Avatar (Toruk), ya de gira por el mundo, y, en fin, no paramos de planear cosas nuevas.