Contratos troceados
La tendencia de las empresas de encadenar contratos temporales con un mismo trabajador para ahorrar gastos se ha incrementado notablemente, con importantes costes para la administración pública.
La rotación en el mercado laboral se ha disparado en los últimos años: una parte de los trabajadores entra y sale de él con enorme frecuencia, con costosas implicaciones para el sistema de protección y para las trayectorias de cotización de estos asalariados. Prueba de ello son los cada vez más abundantes contratos de muy corta duración (los de menos de una semana representan el 25% del total de los dos millones que se registran al mes). Un análisis de los investigadores de Fedea Florentino Felgueroso y Marcel Jansen se centra en parte de esta precarización laboral, la recontratación, y pone cifras al uso “muy intensivo” de emplear reiteradamente en una empresa a un mismo trabajador por periodos cortos de tiempo y pasando con asiduidad por las oficinas de desempleo.
El extendido hábito de contratar, enviar al paro y al poco incorporar a la plantilla de nuevo al mismo trabajador aparece reflejado, de promedio, en nada menos que dos de cada tres contratos temporales que se firman cada mes en España. Así, según el estudio de Felgueroso y Jansen, basado en todas las contrataciones firmadas y las prestaciones por desempleo concedidas entre el 2007 y el 2017, sólo un 36% de los nuevos contratos temporales no viene precedido de otra relación laboral en los últimos tres años entre el mismo trabajador y la misma empresa.
Se trata, advierten los investigadores, de una práctica costosa para la Seguridad Social e “injusta” para las empresas (y sus trabajadores) que no llevan tan al límite la contratación temporal. La recontratación tiene “un impacto”, avisa Felgueroso. “Todas las empresas contribuyen básicamente de la misma manera, pero las que utilizan este recurso en exceso son más deudoras respecto a las que no despiden nunca o muy poco”. Adepicos más, “este sistema perverso incentiva un mayor uso de las prestaciones por desempleo y distorsiona los salarios”.
“La tasa de recontratación en España es muy alta –destaca Marcel Jansen–, incluso mayor que en un país como Estados Unidos, donde está cifrada en el 40%”. Los autores del estudio advierten de que el actual sistema de cotización alienta que una relación contractual que podría durar un año se fraccione en varias de meses o semanas; y, así, los empresarios que abusan se ahorran el pago a los trabajadores de vacaciones, festivos y salarios de periodos fuera de los de trabajo, cuando –recuerdan los citados investigadores– hay figuras en la legislación laboral que permiten dar mayor estabilidad al empleo, como los fijos discontinuos o la contratación a tiempo parcial.
El informe concluye que esta práctica de “trocear” los contratos temporales está extendida en “la mayoría” de las actividades económicas. En todo caso, en los últimos tres años cerca de la mitad de las recontrataciones se produjeron en la hostelería, las administraciones públicas y la agricultura y otra tercera parte de los casos se acumuló en la industria, el comercio, la sanidad y la construcción.
El recurrente paso por el desempleo de estos trabajadores, señalan Felgueroso y Jansen, también pasa factura al gasto en prestaciones: en el 2016, sólo el 37% del desembolso en este tipo de ayudas por finalización de contrato no se corresponde a un trabajador con una vinculación previa o posterior a la misma empresa. Por todo ello, los expertos de Fedea se muestran partidarios de introducir un sistema bonus/malus sobre la cotización que abonan las empresas a la Seguridad Social, aunque reconocen que no es sencillo de aplicar. “Diseñar este tipo de medidas es todo menos fácil”, admite Jansen.
Precisamente, el pasado septiembre, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, propuso a los agentes sociales establecer nuevas penalizaciones para las empresas con un grado de temporalidad más elevado que el del sector al que pertenecen. Las negociaciones entre Empleo, sindicatos y patronal sobre la lucha contra la precariedad laboral está aún en pañales, aunque la ministra aseguró en su día que había que llegar a un acuerdo antes de que concluya el año. En
ABUSO
Algunas empresas recontratan a la misma persona para ahorrarse vacaciones o descansos
PRECARIEDAD
Dos de cada tres nuevos contratos repiten el vínculo de compañía y empleado
caso contrario, advirtió Báñez, el Gobierno presentará ante el Parlamento su propia propuesta. Además del bonus/malus en las cotizaciones, el Ejecutivo quiere llevar adelante su compromiso con Ciudadanos para reducir los contratos a tres tipos (indefinido, temporal y de formación) e introducir una indemnización creciente para los de duración determinada.