Lenguas en la UCI
Carme Junyent es lingüista, profesora de la facultad de Filología de la UB y directora del Grup d’Estudi de Llengües Amenaçades (GELA). Junyent es una autoridad en nuestro país y también en todo el mundo. Pero todo esto lo esconde, sólo le importa trabajar. Y es precisamente su generosidad lo que la hace grande.
Hace unos días, Junyent me envió un correo para explicarme que este noviembre se daban dos premios internacionales en Barcelona a dos figuras mundiales de la lingüística: Matthias Brenzinger y Jon Landaburu. Y gracias a su información, hoy les puedo hablar de ello. Estas personas tienen en común una lucha: investigar y buscar los mecanismos para revitalizar las lenguas amenazadas. “Cada lengua que se pierde es una visión del hombre y del mundo que desaparece”, decía Octavio Paz. Y en este mundo cada vez más globalizado, cada día desaparece alguna.
“Linguapax fue creada en el año 1987 en el marco de una reunión de expertos convocada por la Unesco en Kíev –explica Junyent–. Una serie de acontecimientos fueron la causa, por una parte, de que Linguapax fuera dirigiendo sus objetivos hacia el conocimiento y la revitalización de la diversidad lingüística y, por la otra, que la
Defensores de la pluralidad lingüística, Brenzinger y Landaburu reciben sendos premios internacionales
sede se estableciera en Barcelona y se convirtiera así en una oenegé catalana. Lo que hay que remarcar es que Catalunya, en aquellos momentos, estaba mucho más preocupada por la supervivencia de la propia lengua que por la diversidad lingüística. El ambiente no era el más favorable a la creación de un organismo con los objetivos de Linguapax y, en cambio, había un sector de la sociedad catalana que mostraba un firme compromiso con culturas más lejanas”.
Este año el premio Linguapax es para Matthias Brenzinger, por una carrera dedicada a la investigación de las lenguas amenazadas, especialmente por la tarea que ha llevado a cabo con comunidades de varios lugares de África, especialmente con las más desfavorecidas del sur. Vinculado a la Universidad de Ciudad del Cabo, Brenzinger es un activista y promotor de la formación de lingüistas entre hablantes de lenguas amenazadas.
El otro galardonado es Jon Landaburu, que recibe el premio internacional Ramon Llull. Hace cuarenta años que vive en Colombia, donde trabaja con las comunidades indígenas y ha colaborado en la traducción de la Constitución colombiana a siete lenguas del país. El premio reconoce su defensa de las culturas sin Estado.
Brenzinger, Landaburu, Junyent. Gente comprometida con los valores de la diversidad y el respeto a las minorías.