Asesoramiento para sobrevivir a la crisis
"Las iniciativas que tenemos la cultura como objetivo final hemos sufrido mucho estos años", recuerda Pep Bernadas, antropólogo y cofundador de la librería, editorial y agencia de viajes Altaïr. En 2013, en plena crisis, el negocio se tambaleó: "Publicábamos 27.000 ejemplares de la revista cada dos meses. Dependíamos de la publicidad, y la publicidad desapareció. Y, a menudo, la que habíamos vendido no la llegamos a cobrar. Fue una dentellada terrible, ¡porque nosotros teníamos que seguir pagando!", explica. El consejo habitual era el de rebajar estructura. Es decir, despedir trabajadores. "Pero se trata de personas, y dependen de su sueldo. Si la casa ha crecido, es porque todos la han hecho crecer. Así que hicimos de todo menos prescindir de nuestro equipo. Y acabamos estrangulados".
Bernadas recurrió a los servicios de Barcelona Activa. "Allí encontré un punto de vista externo, objetivo; te ayudan a pensar, y a desdramatizar. No te financian, pero tienen relación con entidades financieras. Y te acompañan, de manera que tu búsqueda no es a puerta fría. Después de hacer un plan de trabajo y una proyección económica sólida, cerramos una operación de financiación con Triodos Bank. Ahora aún nos falta financiación. Pero estamos al final de la subida", explica Bernadas. La revista Altaïr, que dejó de publicarse en 2013, volvió a salir en papel en 2016.