Siete muertos y toque de queda en una Honduras muy dividida
El presidente Hernández encabeza el recuento pero aún no hay vencedor
La vida no tiene mucho valor en Honduras, el país más violento del mundo, pero los siete muertos y más de veinte heridos que hubo ayer y el viernes pueden decidir el futuro político del país.
Mientras el Tribunal Supremo Electoral se resiste a proclamar un vencedor de las elecciones presidenciales celebradas el pasado domingo, la oposición ha movilizado a sus bases y ha convocado para hoy concentraciones en todas la localidades del país.
La Alianza de Oposición a la Dictadura, que lidera Salvador Nasralla, acusa al gobierno del presidente Juan Orlando Hernández de fraude electoral.
Con más del 94% de los votos escrutados, Hernández lidera el recuento con 1,33 millones de votos, mientras que Nasralla tiene 1,28. Esta polarización alimenta los choques violentos. Para evitarlos, el ejecutivo ha establecido el toque de queda entre las seis de la tarde y las seis de la mañana. Al mismo tiempo, tanto el ejército como la policía tienen poderes especiales para mantener el orden.Esto implica que a los hondureños se les han recortado las garantías constitucionales y que todas las autoridades locales han quedado bajo control de las fuerzas armadas y la policía.
Estas medidas, sin embargo, no han impedido ni las concentraciones de protesta, ni los saqueos, ni los muertos. San Pedro Sula, Tegucigalpa y La Ceiba han visto los peores enfrentamientos y pillajes. Más de un centenar de personas han sido detenidas y entre los fallecidos hay un adolescente de 14 años y una joven de 19. Esta chica fue tiroteada por dos hombres desde un vehículo. Los testigos aseguran que eran policias. La policía, sin embargo, no sólo no reconoce este ataque sino que se niega a facilitar datos sobre el número de víctimas.
El ambiente recuerda mucho al que precedió al golpe del 2009, cuando fue destituido el presidente Manuel Zelaya. Entonces, Zelaya había convocado una Asamblea Nacional Constituyente y se disponía a modificar la Carta Magna para restar poder a la elite política y económica.
Honduras es uno de los países más pobres de América. Está dominado por la corrupción y el narcotráfico.
El Tribunal Supremo Electoral admitió el viernes que habían habido diversas irregularidades que afectaban al 6% de los votos, sufragios que propuso volver a contar a mano. Para ello invitó a los dos candidatos a que designaran interventores para supervisar el recuento. La oposición, sin embargo, se niega a participar mientras el tribunal no admita que hay muchas más irregularidades y que, por lo tanto, muchos más votos deben ser recontados.
Nasralla, uno de los rostros más famosos de Honduras gracias a su preeminencia en la televisión, cuenta con el apoyo de Zelaya. Ambos líderes de la izquierda han denunciado que los saqueos y la violencia política la ha provocado el propio Hernández para justificar el toque de queda y la militarización del país.
La oposición denuncia fraude y convoca manifestaciones para hoy en todas las localidades del país