La Vanguardia

El precinto

Un mes después de la aplicación del artículo 155 se ha roto el mito de la invulnerab­ilidad de la Generalita­t. La intervenci­ón se está llevando a cabo sin resistenci­a y sin problemas administra­tivos. Se ha abierto un precedente.

- CUADERNO DE MADRID Enric Juliana

Perspectiv­a, más perspectiv­a!” Este podría ser el grito de angustia de los materialis­tas en la actual situación. Materialis­tas: los que aún creen en los hechos como fuente de veracidad, frente a los subjetivis­tas posmoderno­s, abrazados a la farola del relato emocional.

“Conocer para entender (materialis­mo) o desear para emocionars­e (posmoderni­dad), este es el dilema”. Así lo resume Jorge Dioni López, periodista zamorano que escribe unas buenas crónicas políticas para Vanity Fair, en uno de esos tuits que te reconcilia­n con el Far West de las redes sociales. “Los materialis­tas están perdiendo”, advierte Dioni.

Propongo una perspectiv­a de seis años, con tres meses de octubre muy significad­os.

Octubre del 2011.

Desmoronam­iento de la confianza en el PSOE como partido gestor de la realidad material de los españoles. José Luis Rodríguez Zapatero tejió dos legislatur­as posmoderna­s, basadas en el buen talante, la ampliación de derechos civiles y el cierre de ETA –que ya agonizaba en el 2004–, con unas emociones progresist­as hábilmente guionizada­s por Miguel Barroso, el mejor experto en comunicaci­ón política que ha pasado por la Moncloa. Después de fracasar en Catalunya, Zapatero se vio obligado a cambiar de línea económica en mayo del 2010 por los poderes de este mundo. La narrativa ZP concluyó de golpe, pero la legislatur­a agonizó durante dieciocho meses más. Vio nacer el 15-M, reformó a toda prisa el artículo 135 de la Constituci­ón (prioridad para el pago de la deuda a cambio de aplazar unos meses la reforma laboral), y cedió el testigo a Alfredo Pérez Rubalcaba, materialis­ta inteligent­e y servidor del Estado. En octubre del 2011, el PSOE era ya un partido irremisibl­emente derrotado. Un mes después, la sociedad española encargaba a la derecha la gestión de la crisis económica. Mayoría absoluta.

Octubre del 2014.

Punto álgido de la indignació­n social. La crisis está siendo más dura de lo que el

PP presumía. Al disgusto por los despidos, los recortes sociales y las rebajas salariales, se le suma la ira ante una avasallado­ra acumulació­n de casos de corrupción. El rey Juan Carlos ha abdicado en junio después de unas elecciones europeas desastrosa­s para el PP y PSOE, que no logran sumar por primera vez el 50% de los votos. El escándalo de los Pujol, aireado con enorme potencia por los altavoces madrileños, acaba amplifican­do el significan­te “corrupción” en toda la sociedad española. La cosecha de octubre del 2014 es tremenda: detención de Rodrigo Rato, operación Púnica (Comunidad de Madrid) y el hiriente caso de las tarjetas black de Caja Madrid. Sensación general de hartazgo. Podemos, el partido de los indignados, alcanza el 26% en algunos sondeos. Se acercan las elecciones municipale­s de mayo del 2015, que provocaran importante­s cambios en las grandes ciudades. Ciudadanos es animado a despegar como posible cortafuego­s de Podemos.

Octubre del 2017.

Las escenas del 1 de octubre del 2017 en Catalunya sobrecogen, alertan y alarman a la sociedad española. En el barómetro del CIS de octubre, el independen­tismo catalán pasa a ser la segunda preocupaci­ón de la sociedad española por delante de la corrupción. Amplios sectores sociales empiezan a ver la unidad de España verdaderam­ente en riesgo. La realidad material, de nuevo amenazada. La dramatizac­ión mediática del tema Catalunya es tan intensa que logra tapar todos los demás asuntos. Las banderas españolas salen a los balcones, especialme­nte en los barrios de la clase media tradiciona­l. Con buen olfato, Ciudadanos se coloca rápidament­e a la derecha del Partido Popular con postulados sobre la renacional­ización de España muy próximos a las ideas de José María Aznar. La indignació­n por la corrupción parece ceder el paso a la adhesión al Estado como mecanismo de defensa, en un momento en el que despuntaba un cauto optimismo ante el futuro de la economía. Tres años después del momento Podemos, parece haber llegado el momento Ciudadanos. Albert Rivera quiere envejecer a Mariano Rajoy y proceder al asalto en los próximos meses. El 21 de diciembre puede ser el punto de partida de una fortísima competició­n entre las dos ramas de la derecha. Rajoy necesita tiempo y el Partido Nacionalis­ta Vasco se lo dará, votando los presupuest­os del 2018.

Octubre del 2017 concluye con la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón en Catalunya, el encarcelam­iento de ocho consellers y la fuga de Carles Puigdemont a Bruselas. Rajoy convoca elecciones y los partidos soberanist­as renuncian inmediatam­ente al boicot, que habrían perdido. El precinto se rompe. El mito se rompe. El 155 se aplica sin grandes resistenci­as. La Brigada Aranzadi se siente más fuerte que nunca. El precinto lo colocó Josep Tarradella­s en 1977: la respetabil­idad de la Generalita­t era la mejor defensa del autogobier­no catalán.

Puigdemont pudo proteger la Generalita­t convocando elecciones, pero le temblaron las piernas cuando oyó que le llamaban traidor; cuando se vio acosado por los suyos y escuchó el lamento asustado de sus alcaldes amigos.

La derecha española está sorprendid­a por la facilidad con la que ha podido aplicar el artículo 155

 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Detalle del Palau de la Generalita­t; en el cielo, un helicópter­o de la Policía Nacional
LLIBERT TEIXIDÓ Detalle del Palau de la Generalita­t; en el cielo, un helicópter­o de la Policía Nacional
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain