De las barracas a las ‘selfies’
El reciente éxito del Turó de la Rovira como lugar de peregrinación de barceloneses y turistas que quieren obtener las mejores vistas de la ciudad ha situado este lugar, que fue nido de baterías antiaéreas durante la Guerra Civil española y barrio de chabolas hasta hace menos de treinta años, en la lista de preocupaciones del Ayuntamiento. Hasta la fecha se había hablado de los problemas de accesibilidad y de incivismo como consecuencia de un uso intensivo de un espacio que no estaba preparado para una gran afluencia de visitantes. Ahora, como informa hoy La Vanguardia en las páginas de Vivir, se va a llevar a cabo una intervención muy necesaria con carácter preventivo: la retirada de los restos de amianto que puedan quedar en la zona como consecuencia de ese pasado de barraquismo que forma parte de su historia. No hay motivos para la alarma, pero con esta intervención, que ya ha tenido su fase previa, las garantías de poder disfrutar con la máxima seguridad de un enclave privilegiado serán absolutas.