EE.UU. abandona el acuerdo de la ONU sobre migrantes y refugiados
El anuncio coincide con el inicio de la conferencia mundial hoy en México
El presidente Donald Trump se muestra firme en seguir su política aislacionista y de abandonar o amenazar con abandonar una parte sustancial de los acuerdos internacionales firmados, que no vayan en sintonía con su “América, primero”. Después de anunciar su retirada de la Unesco, del acuerdo de París sobre el cambio climático, de abandonar el acuerdo económico transpacífico y de intentar romper el pacto nuclear con Irán, el próximo va a ser el acuerdo mundial sobre migración, un ambicioso proyecto para intentar coordinar estrategias en el flujo de la pobreza y también los refugiados.
Lo anunció el sábado la representante norteamericana en la ONU, Nikki Haley, aduciendo que el acuerdo que se pactó “incluye varias disposiciones que son incompatibles con las políticas americanas de inmigración y refugiados”.
En septiembre del 2016, la Asamblea General de la ONU adoptó por unanimidad un texto que buscaba mejorar la gestión internacional en temas de emigración y refugiados. Se acordaba que el país de acogida ha de poner los medios para que los refugiados tengan derecho a educación y trabajo. Es la que se denominó Declaración de Nueva York.
El acuerdo recibió el beneplácito del entonces presidente norteamericano Barack Obama, que lo celebró como un gran logro mundial. Sobre la base de esa declaración, el Alto Comisionado para los Refugiados tenía el encargo de proponer un pacto mundial, que debe firmarse el próximo año. El objetivo último es lograr un mecanismo que promueva unos flujos migratorios ordenados
El recién elegido secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que era uno de los grandes retos que tenía la organización para este 2018.
El anuncio de la Administración Trump supone un importante golpe, aunque más moral que práctico, puesto que la ONU no se planteó en ningún momento el control de las políticas migratorias nacionales.
Pero Estados Unidos debía eslla. tar en las conversaciones. Es el país del mundo que acoge mayor número de migrantes, en cifras globales. Aunque en proporción a su tamaño y número de población no está ni entre los quince primeros (ver gráfico).
Sin embargo, a la vista de la campaña electoral que llevó a cabo Trump para llegar a al Casa Blanca, con una populista posición antiinmigratoria como uno de sus ejes principales, las reticencias actuales no deberían sorprender a nadie. De hecho la primera orden ejecutiva llevada a cabo por Trump en cuanto asumió la presidencia fue una polémica prohibición de entrada de emigrantes procedentes de una serie de países musulmanes.
El muro en la frontera de México también se convirtió en otro de sus principales caballos de bata- Las promesas de que se construiría inmediatamente y que lo pagarían los mexicanos se han ido diluyendo algo con los meses, pero el proyecto sigue en pie.
Hoy la inmigración desde México se ha reducido sustancialmente, aunque ha tenido más que ver con una política de control mucho más eficaz en los países de origen centroamericanos, que en el refuerzo en el tan cuestionado muro fronterizo.
“Ningún país ha hecho tanto como Estados Unidos en materia de migración y nuestra generosidad continuará”, señaló Haley, la representante de Trump ante la ONU, que es hija de inmigrantes de la India. “Sin embargo, nuestras decisiones sobre políticas de migración siempre debemos tomarlas los estadounidenses y sólo los estadounidenses”, añadió.
El anuncio de la Administración Trump de retirarse del acuerdo llega apenas unas horas antes de que se inaugure hoy en la ciudad de Puerto Vallarta, en México, la conferencia mundial de la ONU sobre migración, donde está previsto que durante tres días se aborden aspectos de este futuro pacto mundial.
El alto comisionado para los refugiados, el jordano Zeid Ra’ad alHussein, y responsable del encuentro, lamentó la decisión estadounidense. “El balance positivo de los flujos migratorios es claro. Sólo necesita que se explique mejor –dijo–. De la misma manera, los retos que nos plantea deben afrontarse con mayor determinación y una mayor coordinación internacional”.
Su antecesor en el cargo, Samantha Power fue más incisiva y se burló de la política de Trump en el canal preferido del presidente: Twitter. “Cómo ser capaz con un simple paso de insultar aún más a tu vecino mexicano, dar la espalda a los más desesperados y hacer América irrelevante en un momento de enorme y desestabilizante crisis global”, escribió Power.
Por su parte, el exvicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson también tuiteó al respecto: “En temas de migraciones, las soluciones a nivel nacional lógicamente no existen. Ir por su cuenta sin contar con nadie es una propuesta destinada al fracaso”.
“Las decisiones sobre política de migración debemos tomarlas sólo los americanos”, advierte Nikki Haley