Unificar poderes
Ya en el 2003 Nicolas Sarkozy, ministro del Interior, cuatro años antes de presidir Francia, suscitó un referendo corso sobre la reunión de poderes que ahora se hace realidad. Pero el no ganó por un punto. Diez años después, ya con Hollande en el Elíseo, fue Alsacia la que rechazó votar una entidad única como la que gobernará Córcega desde el 1 de enero. Y es que la opción es revolucionaria: elimina los departamentos creados por la Revolución Francesa. Los consejos generales que los gobernaban practicaban el clientelismo, distribuían puestos de trabajo y subvenciones para garantizar votos a los partidos tradicionales, denunciaron los natío en su campaña. Histórico escrutinio que convierte a Córcega en laboratorio político. Desde París el objetivo es evitar redundancias administrativas y ahorrar. La gestión del transporte escolar, de lo relacionado con infancia, minusválidos, ancianos e incluso del agua, serían atribuciones de la CTU. Pero nadie ignora que los nacionalistas también piden que París delegue autoridad en temas como el estatuto de los residentes, la cooficialidad del corso y el francés y los presos políticos.